_
_
_
_
La Red

Se acabó Internet gratis total

I

nformes, pedidos o facturas, música MP3 y consultas a bases de datos tienen algo en común: se trata de información útil, cada vez más difícil de encontrar en sitios web gratuitos. Para frenar el recelo que suscita el comercio electrónico, las páginas que cobran pequeñas cantidades -de uno a cuatro euros, los llamados micropagos- por el acceso a contenidos están empleando nuevos sistemas alternativos a la tarjeta de crédito, empleada en el 49% de las transacciones online en España.

Mientras el 43% de las compras en Internet ronda entre 60 y 300 euros, existe un pequeño porcentaje que no supera los 30 euros y que la firma Opinet estima en torno a un 14%. Esta escasez de compras de contenidos se origina en el rechazo del internauta a pagar por lo que hasta ahora era gratuito, pero una vez salvado este obstáculo, el comprador se enfrenta a la falta de soluciones de pago adaptadas a pequeños importes.

Algunos fabricantes han ideado sistemas sencillos y seguros que esquivan las tarjetas de crédito. Las ventajas son significativas: no es necesario identificarse ni darse de alta ni contratar una cantidad de prepago. El usuario puede acceder, por ejemplo, a un artículo en una web mediante un mensaje SMS, con un coste aproximado de 90 céntimos o llamar a un teléfono 906 (90 céntimos por minuto) y obtener una contraseña para acceder a lo largo del día.

Para nuevas descargas, el interesado recibe una nueva contraseña sin tener que identificarse, lo que solventa el problema de la seguridad, considerado uno de los principales escollos del comercio electrónico. Según AECE, el 23% de los internautas no compra por desconfianza en el sistema de pago, aunque 'la inseguridad es más una creencia común que una realidad, ya que las cifras de fraude son menores que en las compras fuera de Internet', atestigua Víctor Domingo, presidente de la Asociación de Internautas. Así, el último informe de AECE calcula que el 6% de las empresas que venden en Internet han sufrido algún tipo de fraude el año pasado, sobre todo debido al uso de tarjetas de crédito.

Marcas como Qpass, First Virtual Holdings, DigiCash y Zakis intentaron impulsar el modelo de micropagos en España, pero su propuesta, que solía exigir crear una cuenta con ellos desde la cual se realizaban los pagos en sitios asociados, no captó el interés ni de tiendas ni de público. Ahora, compañías como Step U2 o e-pagado de Bankinter se presentan como alternativas más sencillas, dando respuesta a pagos puntuales, pero se enfrentan a una 'grave falta de estándares', lamenta José Manuel Redondo, director de marketing y ventas de e-informa, 'la mayoría de las iniciativas parten de bancos o fabricantes aislados, lo que limita el modelo a pequeñas audiencias. Para impulsarlo, no puede librar cada uno su propia batalla, es imprescindible un acuerdo entre los principales sitios de comercio electrónico, refrendado por la AECE'. e-informa.es provee información empresarial a 31 entidades financieras y 65 portales de medios de comunicación. El 40% de sus 8.500 clientes utiliza la tarjeta de crédito y es la pasarela de pagos de Banesto la que da el visto bueno a las transacciones. Para los micropagos aún no tienen una solución, aunque se plantean contratar e-pagado.

Sistemas con escasa repercusión en nuestro país son Net Passport de Microsoft, cuyos escasos asociados proceden de sitios vinculados a la matriz o a Microsoft, y carga el servicio a la cuenta corriente del Banco Sabadell mediante managerland.com. Para Javier Abadía, responsable de Nuevas Tecnologías en el Consejo Superior de Cámaras de Comercio, hay que tener en cuenta que 'España apenas tiene problemas de fraude en las ventas de Internet, por eso a las empresas no les compensa económicamente desarrollar otros sistemas alternativos'. 'Cuando los importes de compra son muy bajos (menos de seis euros), las entidades bancarias suelen ser reticentes a dar soporte a estas operaciones', añade José Manuel Redondo, de e-informa.

Por su parte, Miguel Montero, director de Step U2, confía extender su modelo en el mercado español: 'Es idóneo para contenidos exclusivos que el usuario necesite y no sospeche que puede encontrar en otro sitio' y asegura que los sistemas de pago por SMS, como Movilisto, SMSbox o MyAlert, no compiten con su propuesta, ya que 'se centran en la descarga de tonos, logos y melodías para el móvil, pero sus capacidades para comprar otros pequeños contenidos son muy limitadas'. Pero tampoco es el objetivo de los micropagos sustituir a otros sistemas de cobro, como la suscripción, preferida por el 85% de los americanos.

Pagar con el móvil

De momento una promesa más que una realidad en España, este sistema permite pagar y enviar dinero a través de Internet y también de forma presencial, como sustituto de la tarjeta de crédito. El usuario deberá vincular su número de teléfono a una cuenta bancaria o tarjeta y recibirá a cambio una clave secreta.Cuando desee hacer una compra en línea, se recibe en la pantalla del móvil el importe y lugar de la compra para que el interesado confirme la operación con su código personal, antes de cargarla en su tarjeta. La compra sólo se realiza desde tiendas asociadas al sistema y en caso de pérdida o robo del terminal se necesita la clave secreta para cometer un fraude. Son varias las plataformas de pago que actualmente ofrecen servicio a terminales móviles, aunque aún se desconoce cuándo comenzarán a obtener beneficios en nuestro país. Entre ellas, Mobipay aúna a las tres operadoras de móviles -Telefónica Móviles, Vodafone y Amena-, además de a BBVA, SCH y otras 90 entidades financieras y a los procesadores de medios de pago Euro 6000, Sermepa y Sistema 4B. Entre sus competidores más representativos figuran la plataforma de pago de La Caixa y la alemana Paybox, que está avalada por Deutsche Bank y cuenta con más de medio millón de usuarios en Europa. A escala mundial, Paypal es el sistema más extendido, con 16 millones de usuarios diseminados en 38 países. La firma acaba de ser adquirida por eBay, la principal web de subastas del mundo.

Más información

Archivado En

_
_