La 'masacre del viernes' en el equipo de Bush
En lo que se ha conocido como la masacre del viernes 6 de diciembre por la mañana, el presidente envió a sus secuaces a decir adiós a los dos miembros más prominentes de su equipo económico, Paul O'Neill, secretario del Tesoro, y Larry Lindsey, presidente del Consejo Económico Nacional (NEC). Ahora ha destapado a John Snow, un magnate ferroviario, como nuevo secretario del Tesoro.
Mientras tanto, un veterano de Wall Street, William Donaldson, reemplaza como presidente de la SEC a Harvey Pitt, que dijo adiós el mes pasado. Y Stephen Friedman, relacionado con Goldman Sachs, es el presidente elegido para encabezar el NEC. La sangría tiene sentido. El veterano del negocio del aluminio fue un listo estudiante de política. Pero el trabajo del secretario del Tesoro lo es tanto para la representación como para la política (...).
El señor Snow debe jugar su papel junto a Donaldson impulsando la reforma corporativa, pero su verdadero examen será, probablemente, la política fiscal doméstica.
Eso significa mirar la reforma de los impuestos (uno de los esfuerzos en los que se ha centrado Paul O'Neill) y reestructurar el sistema de Seguridad Social (algo que parece estar siendo considerado otra vez por George Bush). Es un gran cambio. Pero demos al señor Bush un pequeño crédito.
Después de su triunfo en las últimas elecciones, debe haber estado tentado de visualizar los defectos de su equipo financiero. La masacre del viernes por la mañana puede haber reemplazado un asunto de amigos por otro, pero el nuevo lote hará sudar la gota gorda.