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Para invertir

Créditos más baratos avalados por fondos

Con los tipos de interés en mínimos, exactamente en el 2,75%, son muchos los españoles que empiezan a plantearse la opción de endeudarse. Más, si las entidades financieras no hacen sino trasladar el descenso del precio del dinero a sus productos de activo. Una verdad a medias, ya que si bien los préstamos hipotecarios, sobre todo a interés variable, se han beneficiado de las rebajas, no sucede lo mismo con los préstamos personales, tradicionalmente a tipo fijo y más reacios a asumir los descensos del precio del dinero.

Ahora bien, los créditos personales al uso no son la única alternativa que les queda a aquellos inversores que necesitan u optan por hacer un gasto extra, como realizar un viaje, comprar un coche o llevar a cabo una inversión y no disponen de ahorros para hacer frente a estas adquisiciones.

De igual forma que algunas entidades incorporan la posibilidad de disponer del capital amortizado en el préstamo hipotecario en las llamadas hipotecas revolving -donde el cliente puede beneficiarse de condiciones más atractivas que las de los habituales préstamos al consumo-, bancos y cajas facilitan la financiación a aquellos clientes que tienen participaciones en sus fondos de inversión.

A través de los denominados credifondos o préstamos inversión, el cliente puede lograr la concesión casi inmediata del préstamo así como unas mejores condiciones en lo que al tipo de interés se refiere, ya que las participaciones del fondo actúan como garantía. Estos productos permiten avalar el dinero prestado con los fondos de inversión que se tengan contratados con el propio banco, manteniendo a su vez todas las ventajas de aquéllos.

Hasta el 100% de las participaciones

El tipo de interés, así como el resto de características del préstamo, varía en función de la entidad prestamista. El porcentaje de financiación, sin embargo, es similar. En función del fondo pignorado, el importe máximo puede alcanzar el 100% del valor de las participaciones si se trata de un Fiamm o un garantizado, el 90% si es un FIM de renta fija, el 80% si es un fondo mixto y así sucesivamente. A medida que aumenta el riesgo del fondo en el que se ha invertido disminuye el porcentaje financiado. Aunque también hay excepciones, como sucede en Banco Sabadell, donde el importe máximo concedido en el denominado Credifim es del 80% del valor de liquidación de las participaciones en el momento de formalizarlo. Además, hay entidades que pueden llegar a negociar una cláusula de cobertura mínima del 110%. Para los expertos, las ventajas de estos préstamos son evidentes. 'Además de evitar que el inversor tenga que deshacer sus participaciones en los fondos para disponer del dinero que necesita, con el riesgo no sólo de que el fondo acumule pérdidas sino que, además, tenga que perder las ventajas fiscales en la desinversión (debe transcurrir más de un año para tributar a un tipo fijo del 18%), los intereses se pagarán sólo por los importes realmente dispuestos, lo que representa una ventaja complementaria', sostienen en el Sabadell.

En cuanto a los plazos máximos de amortización, oscilan entre el año de Banco Sabadell, los cinco años de Banco Atlántico o los 15 que permite Bankinter.

El tipo de interés también varía en función de la entidad. En términos generales, la mayoría aplica el tipo variable a estos créditos, es decir, el interés viene determinado por un índice de referencia, generalmente el euribor, más un diferencial, cuyo resultado suele ser inferior al que se aplica en los préstamos personales al uso. Banco Atlántico aplica el euribor más 0,75 puntos para operaciones de hasta un año, y el euribor más un punto si el periodo es de cinco años. Además, hay entidades como Barclays donde el tipo a aplicar disminuye a medida que aumenta el importe. Los rangos que aplica esta entidades se mueven entre el euribor más un punto entre los 6.010 euros y los 60.101 euros y el euribor más 0,5 puntos a partir de 901.518 euros.

No obstante, algunos bancos también aplican el tipo fijo, pero aún en estos casos, el interés suele ser más ventajoso que en los préstamos tradicionales. Por poner un ejemplo, Deutsche Bank aplica en estos créditos el 7% si el plazo es de dos años, mientras que en los habituales esta tasa es del 7,25%. Para un plazo de dos a cinco años el interés del denominado Préstamo Inversión es del 7,75%, mientras que en el personal es del 8,25% para el mismo periodo de amortización.

Asimismo, y como sucede en los habituales préstamos personales, en los credifondos hay que abonar, por lo general, las comisiones de apertura y de cancelación, aunque como en el resto de condiciones, estas tasas son más atractivas.

Ahora bien, en algunas entidades la contratación de un fondo de inversión no asegura un mejor precio en el préstamo personal. Así sucede en Caja Madrid, donde señalan que 'la pignoración de fondos de inversión o de cualquier otro elemento facilita el estudio del riesgo de la operación y su concesión, pero no existe necesariamente un mejor tratamiento en el precio'.

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