Los bancos fuerzan una solución de continuidad para Fiat
El consejo de administración de Fiat se reúne hoy en sesión extraordinaria para decidir su nuevo equipo directivo. Lejos de la ruptura con la gestión anterior que se venía anunciando, la presión ejercida en las últimas horas por los bancos acreedores parece llevar a una solución de compromiso que salvaría, al menos de momento, al actual presidente, Paolo Fresco.
El apoyo de los cuatro bancos que acudieron al rescate de Fiat el pasado mes de mayo puede ser decisivo para Fresco después de que su consejero delegado, Gabriele Galateri, se viera forzado a dimitir el pasado martes. Fresco se negó a renunciar antes de junio de 2003.
Según la agencia italiana Ansa, el consejo de hoy confirmará al presidente y designará consejero delegado a Alessandro Barberis, actual director general del grupo. Barberis, de 64 años, trabaja desde hace 30 años para la compañía turinesa.
Esta solución, aparentemente continuista, representaría un triunfo de las tesis de los bancos IntesaBCI, Sanpaolo-IMI, Capitalia y Unicredito, que financiaron a Fiat con 3.000 millones de euros a cambio de bonos convertibles en un 30% de su capital. En un nuevo gesto de disgusto por la crisis, estos bancos anunciaron ayer que suspendían durante una semana las negociaciones con Fiat para comprar el 51% de su financiera Fidis.
Giro radical
Un giro de 180 grados en la gestión de Fiat es defendido por el Gobierno de Silvio Berlusconi -quien ha intercambiado reproches con Fresco, que le culpa de su 'linchamiento'- y el banco de inversión Mediobanca, a quien se atribuye un plan para evitar la venta de la división de automóviles a General Motors, pactada para 2004.
La familia Agnelli, fundadora de la compañía y propietaria de un 34%, forzó la salida de Galateri y parecía dispuesta a imponer un nuevo equipo al gusto de Berlusconi. Pero los Agnelli guardan silencio. Se ha sabido que John Elkann, nieto y posible heredero de Giovanni Agnelli, salió en defensa de Fresco en el último consejo.