'Hay que tomar decisiones con serenidad'
Dirige con vehemencia el FC Barcelona y, además, preside la cadena hotelera Husa. Joan Gaspart, de 58 años, señala que saber transmitir emoción es bueno para las empresas. Reconoce que, si estuviera callado, algunas veces le iría mejor
Joan Gaspart no vive, como presidente del Fútbol Club Barcelona, uno de sus mejores momentos. El Comité de Competición, además de sancionar al equipo, ha decidido abrir un expediente disciplinario al presidente por sus declaraciones tras los incidentes ocurridos en el partido de Liga frente al Real Madrid el 23 de noviembre. Tiene 58 años y compagina su actividad al frente del equipo azulgrana con la presidencia de la cadena hotelera Husa. Gaspart accedió a responder a esta entrevista a través de un cuestionario escrito. Por tanto, dicen de él que es un hombre serio, que raramente se acalora, excepto en el estadio. Comenzó trabajando de botones en un hotel de Londres y por las noches servía copas en un bar donde empezaron los Beatles, tiene cinco hijos, juega al fútbol todas las semanas y es un fiel seguidor de la obra de la madre Teresa de Calcuta con los marginados.
Pregunta. ¿Cómo compagina su actividad empresarial con una actividad tan absorbente como la presidencia del Fútbol Club Barcelona?, ¿qué diferencias hay entre gestionar un club y una compañía?
Respuesta. Ciertamente la tarea en el Fútbol Club Barcelona es muy absorbente, pero tengo la agenda muy bien organizada y muy buenos y estrechos colaboradores en los que puedo delegar parte de mis responsabilidades, lo que me permite, sin incompatibilidad alguna, hacer frente a mis responsabilidades en el club y en mi empresa. En cuanto a las diferencias entre gestionar un club y una compañía, debo decirle que en esencia son muy pocas, pero como el Barça es mas que un club, no puede gestionarse meramente como una sociedad, sino que hay que tener en cuenta su entorno, las ilusiones de los miles de socios y seguidores, las esperanzas de las peñas y un largo etcétera.
P. ¿Es usted tan apasionado dentro de la empresa como lo es en el campo?
R. Por naturaleza soy apasionado, aunque menos de lo que parece, pero siempre manteniendo la objetividad y la serenidad a la hora de decidir.
P. ¿Cree que un ejecutivo debe delegar en el equipo de profesionales que tiene a su alrededor?
R. En efecto, todo buen directivo debe saber y debe delegar, porque hoy en día, con la complejidad de toda empresa, es imposible que una persona pueda hacerlo todo. La capacidad de delegar y el saber delegar es una de las bases del éxito.
P. ¿Cómo se ve mejor, como directivo empresarial o como directivo de un equipo de fútbol?
R. No soy yo quién para enjuiciarme, por lo tanto no sabría decirle si me veo mejor como directivo empresarial o como directivo de un equipo de fútbol. Eso es algo que deben decidir los demás.
P. ¿Qué cualidades cree que debe tener un ejecutivo en estos momentos?
R. Un ejecutivo debe tener una clara estrategia y definir una misión para la compañía o entidad que dirige. Además debe saber crear equipo, crear una cultura propia y específica del grupo y saber delegar.
P. ¿Joan Gaspart tiene alguna crítica que hacerse?
R. Ser demasiado sincero, lo que a veces me hace decir en público algunas cosas que mejor que me callara y así tendría menos problemas. Pero la hipocresía está reñida con mi forma de ser.
P. ¿De qué pecan los ejecutivos hoy día?
R. La mayoría de los ejecutivos actualmente tienen un gran nivel de formación. Quizá entre sus carencias destacaría una cierta falta de humanidad y una excesiva especialización, que les impide contemplar la empresa en su globalidad.
P. ¿Cómo compagina su vida personal y profesional?
R. Siempre he dicho que para mí hay tres cosas importantes en la vida, la familia, la empresa y el Barça. Nunca he permitido que los dos últimos se interfieran en mi vida personal y familiar, que es lo primero para mí.
P. ¿Qué les pide a los profesionales que trabajan a su lado?
R. Capacidad de iniciativa, dedicación absoluta y sobre todo identificación con nuestra cultura empresarial y nuestro proyecto estratégico.
P. Es un experto en gestionar emociones y ha criticado a aquellos que no dejan aflorar esas emociones. ¿Cree que es necesario dejar ver esas emociones y no ser tan frío?
R. Cada uno es como es, pero yo personalmente considero que saber transmitir emoción y afecto es importante para la buena marcha de la compañía.
P. ¿Un líder es el que mueve una empresa?
R. Una empresa no se mueve solamente por el liderazgo, pero no hay duda de que la existencia de un líder es un requisito indispensable para que la empresa alcance la excelencia y los objetivos que se ha propuesto.
P. ¿En qué consiste el liderazgo?
R. Hay muchas definiciones de liderazgo, pero para mí un líder es alguien capaz de aglutinar voluntades en torno a un proyecto y suscitar la necesaria adhesión a un objetivo.
P. Ahora está de moda el tema del buen gobierno de las empresas. ¿Cree que está habiendo un exceso de regulación sobre el tema o que los ejecutivos se han olvidado de las normas éticas y de los valores que llevan al buen gobierno de las empresas?
R. Creo que los acontecimientos que hemos vivido últimamente no sólo en España, sino incluso en Estados Unidos, hacen evidente la necesidad de una cierta regulación del buen gobierno de la empresa. Ahora bien, considero necesario e indispensable que esa regulación la pueda llevar a término de forma autónoma la propia empresa.