La crisis bursátil desplaza el ahorro de los españoles hacia los depósitos
La crisis bursátil que se prolonga desde 2000 ha modificado sustancialmente la composición del ahorro financiero de los españoles que, por primera vez desde marzo de 1997, poseen más dinero en efectivo y en depósitos que en acciones y renta variable.
Al término del primer semestre de 2002, las familias españolas tenían ahorrados en efectivo y depósitos 470.596 millones de euros, según los últimos datos del Banco de España, es decir, el 41,48% de sus activos financieros, que suman 1,13 billones de euros.
Frente a estos activos más líquidos y seguros, el ahorro en renta variable (acciones, participaciones y fondos de inversión) se colocaba por primera vez desde marzo de 1997 por debajo, con 443.225 millones de euros, el 39,07%. La explicación de este vuelco en el ahorro financiero de los españoles, según los expertos consultados por Efe, se debe principalmente a la 'huida' de muchos inversores de los activos de mayor riesgo, como la renta variable, y la consecuente búsqueda de inversiones más seguras pero que, en muchos casos, les reportan una rentabilidad satisfactoria. El efecto del llamado capitalismo popular provocó que en 1997 se rompiera la tendencia, habitual hasta entonces, de que las familias acumularan la mayor parte de su ahorro en libretas e imposiciones en bancos y cajas.
En marzo de 1997, el mayor volumen de ahorro financiero de las familias estaba en efectivo y depósitos, que sumaban 321.950 millones de euros, en tanto que las inversiones en Bolsa equivalían a 292.336 millones. A partir de esa fecha, las acciones y los instrumentos de renta variable se situaron como los preferidos por las familias, dado que en esos años los índices bursátiles crecían a ritmos del 40% y, por tanto, aportaban rentabilidades muy superiores a las del resto de productos financieros.
Esta tendencia, que parecía consolidarse, comenzó a cambiar a partir de 2000, cuando los primeros signos de continuas caídas en las Bolsas apuntaron un cambio de ciclo en el mercado de renta variable, aseveraron los expertos. Por ello, desde mediados de 2000, el ahorro financiero de las familias en acciones y participaciones en fondos de inversión se ha reducido en unos 76.000 millones de euros, mientras que el efectivo y los depósitos han crecido en unos 80.000 millones. La aparición de las cuentas de alta remuneración, que ofrecían un rendimiento mayor al de la inflación y al de la propia deuda pública, ha decantado a las familias por este tipo de ahorro, a la espera de que la Bolsa ofrezca nuevos signos de recuperación y, sobre todo, les devuelva la confianza perdida en este mercado. Mientras, muchos expertos aseguran que las pérdidas acumuladas en Bolsa en los últimos dos años tardarán en recuperarse varios ejercicios.