Citibank negocia vender 20 oficinas a Cajamar por 10 millones de euros
Citibank España ha iniciado su repliegue en banca comercial en España para dedicarse a la banca personal, destinada al segmento de rentas medias y altas. La imposibilidad de competir en el mercado nacional con las entidades financieras españolas de banca minorista ha sido el detonante de este giro, anunciado ya en noviembre, pero que ayer se concretó más al anunciar un acuerdo para vender parte de su red de oficinas en España.
De momento, Citibank, que cuenta en España con 72 sucursales y nueve centros operativos, anunció ayer haber alcanzado un principio de acuerdo para vender a Cajamar, la primera caja rural española, en torno a 20 oficinas. La mayoría de ellas están situadas en Madrid, Barcelona y algunas en la zona mediterránea, el área de influencia de la caja rural.
El precio aún no está cerrado pero rondaría los 10 millones de euros, según fuentes implicadas en la negociación. El montante total quedará fijado según un multiplicador sobre el resultado que aporta cada sucursal.
Citibank ofreció hace unos meses una parte de su red de sucursales en bloque a un grupo de cajas de ahorros, entre las que se encontraba la vasca Kutxa, caja que está en proceso de expansión, y que en enero pondrá en marcha el Banco de Madrid, entidad adquirida al Deutsche Bank el pasado año y con la que pretende entrar de lleno en el segmento de banca personal y privada, destinada a clientes de rentas altas .
En octubre también estuvo a punto de vender a Caja Madrid su división de renting de automóviles por el valor de los recursos propios de esta división más una prima de unos tres millones de euros. La operación fue aprobada por el consejo de la caja, pero una vez que esta oferta fue comunicada a la matriz de Citibank en Estados Unidos, la dirección del banco no aceptó la oferta y comunicó a su filial española su decisión de mantener esta unidad.
La operación anunciada ayer por Citibank y Cajamar permitirá a esta última entidad empezar a desarrollar un negocio más enfocado hacia los productos de inversión (fondos, valores) -sin dejar de lado la banca minorista- y dirigido a clientes de rentas medias. Además de suponer un impulso a su previsto plan de expansión, la compra de la red de sucursales le aporta dos ventajas fundamentales: incorporar un equipo de empleados especializado en productos de inversión (aunque no se ha especificado el número, no será muy amplio) y una considerable cartera de clientes. Cajamar ya adquirió hace dos años una decena de oficinas al Zaragozano.