Cepsa y Sonatrach tendrán al menos el 20% del gasoducto Europa-Argelia
La petrolera española Cepsa y la argelina Sonatrach tendrán una participación como mínimo de un 10% cada una en la sociedad que promoverá y construirá el nuevo gasoducto Europa-Argelia. La intención de estas compañías es mantener el liderazgo, después de que Medgaz, la actual sociedad encargada del estudio de viabilidad, se transforme en la que ya tendrá como objetivo la materialización del proyecto. Precisamente en las próximas semanas concluirá el estudio sobre la viabilidad financiera, aunque los datos actuales apuntan que los socios darán luz verde a esta interconexión entre Argelia y Europa que no cruzará Marruecos.
Según medios consultados, prácticamente todas las compañías que están en Medgaz quieren participar en el nuevo consorcio. Pero deberán reducir su participación para dar entrada a otros socios. Así, Cepsa y Sonatrach, que cuentan ahora con un 20% cada una, recortarán como máximo al citado 10%, mientras que Endesa, la británica BP, Gaz de France, la francesa Totalfina Elf (primer accionista de Cepsa) y el italiano ENI bajarán de los 12% que tienen actualmente.
Los porcentajes finales vendrán marcados por las compañías que entren en el consorcio. Por otro lado, aunque las inversiones serán muy elevadas, tampoco se prevén grandes aportaciones, ya que es previsible que le gasoducto se desarrolle con un project finance. No obstante, este tema forma parte de las decisiones que deberán tomar los socios.
Y también está en esa categoría la inversión que el proyecto requerirá. La cifra dependerá no sólo de los kilómetros de trazado en Europa. Hay otros temas: como la elección de la zona por donde se hará la conexión en Francia o si se utilizarán redes ya existentes. Por ello, la cifra barajada de 6.000 millones de dólares es sólo orientativa
Lo que está más decidido es el trazado submarino para unir Orán con Almería que tendrá una longitud de 200 kilómetros, en los que habrá que salvar profundidades superiores a los 2.000 metros. Pero la viabilidad técnica de esta infraestructura está asegurada. Y, aunque la capacidad inicial de transporte será de 8 miles de millones de metros cúbicos (bcm), no se descarta que supere los 12 bcm. Y es que casi todos los socios actuales, entre ellos Cepsa y Totalfina Elf, se han reservado ya capacidad por 1 bcm cada una.
La construcción del gasoducto se alargará durante varios años, pero en el plan de infraestructuras de gas y electricidad aprobado por el Gobierno se cita la fecha de 2007 como del inicio de la conexión. Se añade que es un proyecto de tránsito internacional y que será necesario construir, en una primera fase, otros gasoductos en España, así como una interconexión Barcelona-Francia.
El gasoducto nacerá, si finalmente se sigue adelante, con una vocación paneuropea. Las multinacionales que están en ella lo demuestran, y todas están interesadas en asegurarse capacidad de transporte y más ante la gradual liberalización de esa actividad. A Argelia le permite elevar la fidelización de sus clientes europeos.
Esta infraestructura, que cuenta con el apoyo de las autoridades de Bruselas, forma parte también del acuerdo energético de colaboración suscrito por los Gobiernos español y argelino el pasado año.