Los productores denuncian la venta irregular de 30.000 toneladas de orujo
Un grupo de empresarios extractores de orujo de oliva ha remitido una carta al ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, para pedirle explicaciones sobre el paradero de 30.000 toneladas de orujo de oliva, la pasta sobrante tras la primera extracción del aceite que se usa para fabricar aceite de orujo de oliva para freír. El colectivo sospecha de un uso fraudulento de esa cantidad para envasarla y comercializarla como aceite de oliva.
Un grupo de empresas extractoras de orujo, entre las que se encuentra Orujos de Levante, ha echado las cuentas de las partidas de orujo generadas este año y ha llegado a la conclusión de que no se sabe el paradero de 30.000 toneladas en el mercado. Los empresarios llegan a esta conclusión tras cotejar la producción anual de orujo con las entradas de este material registradas en las cinco refinerías oficiales de orujo que existen en España. Un total de 30.000 toneladas no ha pasado por estas refinerías, según Heriberto Turu, presidente de Orujos de Levante.
Según la carta remitida al ministro, los orujeros exponen que los principales usos del aceite desaparecido pueden ser los siguientes: mezcla con aceite de oliva sin documentación, emisión de facturas de aceite de oliva contra la legislación vigente, emisión de facturas de aceite de orujo que posteriormente se cambia a aceite de oliva, y comercialización a través de almazaras autorizadas que cobran una ayuda a la producción que no les corresponde.
Uno de los indicios de presunto fraude apuntados en la carta es el hecho de que se haya detectado la venta de aceite de orujo no comestible a 1,32 euros el kilo, cuando el orujo después de refinado (comestible) está a 0,66 euros.
La cuestión entra de lleno en la polémica existente entre el sector orujero y el de las almazaras de aceite de oliva sobre el denominado segundo repaso del aceite fuera de las almazaras. æpermil;stas pueden realizar un segundo repaso de la pasta sobrante tras la primera extracción y, según la ley, el producto sigue siendo aceite de oliva. Sin embargo, cuando la pasta ha salido de las instalaciones de la almazara como pasta de orujo para su almacenamiento, ésta tiene que sufrir un proceso de refinado para posibilitar su consumo humano, ya que la pasta almacenada en una balsa se deteriora. Según los industriales, las 30.000 toneladas que no han pasado por las refinerías están en esa circunstancia.
'Esas cantidades están fuera de control sanitario', afirma Turu. Además, esas 30.000 toneladas están percibiendo ayudas al aceite de oliva estimadas en más de 27 millones de euros. Según Turu, Agricultura tiene la responsabilidad de controlar las facturas de los aceites y los inspectores deben estar al tanto de la falta de coincidencia de estos recibos, por eso han recurrido al departamento de Arias Cañete.
Hace tiempo que Bruselas sospecha que hay fraude en el sector del aceite de oliva en relación al tratamiento dado al orujo. La Olaf, el organismo comunitario que vigila que las ayudas se ajustan a lo producido, ha realizado ya inspecciones en al menos siete almazaras españolas. El organismo trata de identificar el posible tratamiento del orujo que da como resultado aceite de oliva, práctica que Bruselas no permite y que en el sector español genera controversias. Las conclusiones de las inspecciones de la Olaf fueron remitidas a la fiscalía de la UE y ésta a su vez las ha enviado a Anticorrupción.
La investigación de la Olaf se centró en un presunto fraude al declarar las almazaras que habían recibido aceite de oliva, cuando en realidad la almazara podría estar actuando como repasadora de un aceite de orujo. El presunto fraude consistiría entonces en el cobro de ayudas como aceite de oliva por un producto que no lo es. En la actualidad, el sector está dividido.
Las discrepancias surgen cuando la pasta sale de la almazara con destino a otra almazara. Este proceso conlleva la necesidad de almacenar la carga, y el producto resultante del repaso es para unos aceite de oliva y para otros aceite de orujo de oliva.