España aumenta el gasto en I+D, pero sigue por debajo de la media europea
Los indicadores de investigación, desarrollo e innovación tecnológica en España durante el año 2000 crecieron de manera notable. El gasto en investigación y desarrollo (I+D), tanto del sector público como del privado, alcanzó los 5.719 millones de euros, lo que supuso un incremento del 14,5% respecto a 1999. Las empresas asumieron el 54% de las inversiones y el sistema público, el 45%. Son datos recogidos en un informe de la Fundación Cotec sobre Las políticas de fomento de la innovación de la UE, evolución y tendencias de las políticas comunitarias de innovación y su impacto en España.
Al mismo tiempo que ha ido creciendo el gasto en I+D ha aumentado en un 18% los trabajadores que las compañías dedican a este tipo de actividades. El número de empleados en investigación y desarrollo supera las 120.000 personas y supone el 7,1% de la población activa. También se indica que la tasa de crecimiento anual de investigadores trabajando en I+D es del 10,1% en España y supera el crecimiento de la UE (2,9%) y de Estados Unidos (6,2%)
La encuesta sobre innovación tecnológica en las empresas recogida por la Fundación Cotec señala que las empresas españolas destinaron 10.174 millones de euros a innovación tecnológica durante el año 2000. El 41% de los gastos se dedicaron a proyectos de I+D y el resto, a otros planes de innovación, entre los que destaca la adquisición de maquinaria para la fabricación de nuevos productos.
En cuanto a la financiación del sistema de innovación, el capital invertido en empresas de alta tecnología se incrementó en un 0,0036% sobre el PIB, lo que supone un tercio de la media europea. España, sin embargo, multiplicó por cuatro la media de la UE en el capital conseguido por las empresas en los mercados paralelos (el 4,4% sobre el PIB).
El estudio de la Fundación Cotec concluye que durante el periodo 1995-2000 la tasa de crecimiento anual en I+D en España es del 7%, frente al 3% de la UE y el 5,5% de Estados Unidos. Y el aumento de las inversiones en tecnologías de la información y comunicación ha pasado del 3,9% en 1999 al 6,3% en 2000.
Competitividad
Pero, a pesar de que España crece en I+D+i en porcentajes más altos que la media de los países comunitarios e, incluso, de Estados Unidos, se sitúa en los últimos puestos de la UE, al mismo nivel que Italia y sólo por encima de Grecia y Portugal, según la Fundación Cotec.
España, por lo tanto, muestra un buen ritmo de crecimiento en I+D, pero no llega a ser suficiente para alcanzar la media europea. Esta situación, según el informe, dibuja 'la tendencia previsible, dada la evolución de la economía en los dos últimos años, empeorará esta situación, con el correspondiente efecto negativo sobre la competitividad de la industria española en un mercado cada vez más global'. Otros aspectos que se recogen en el documento se refieren al acceso doméstico a Internet y al registro de patentes en alta tecnología.
Señala el estudio que el acceso doméstico a la Red de la población de más de 15 años de edad es del 16%. La media europea está en el 28%.
España también presenta un nivel muy bajo en el registro de patentes en alta tecnología por millón de habitantes (un 2,5%). Según el informe, este factor ha experimentado un fuerte crecimiento, aunque está muy por debajo de la media europea.
Sólo 20 de cada 100 empresas son innovadoras
Se entiende como empresa innovadora aquella que ha adquirido en los tres últimos años productos o procesos tecnológicos nuevos o mejorados en el mercado para fabricar sus productos o prestar servicios. En España, según el informe de la Fundación Cotec, sólo el 19,77% de las empresas son innovadoras, menos de la mitad de lo que es habitual en Europa.Esta circunstancia hace concluir que las compañías no basan su expansión en la innovación, sino en las exigencias de los clientes o la presión de los competidores, entre otros factores. También se ha observado que son las empresas de más de 250 empleados las que concentran el mayor gasto en investigación y desarrollo, un 62,6%. El informe pone énfasis en los mecanismos de financiación de las empresas para impulsar políticas de innovación. Según el estudio, 'la deficiente cultura de asunción de riesgos y espíritu innovador de los empresarios españoles sigue siendo un impedimento' para acudir al mercado y financiarse. El temor a asumir riesgos es, en parte, consecuencia de la regulación de las quiebras, según se indica en el documento. Y es que en España, al igual que en otros países comunitarios, un empresario que ha declarado su empresa en quiebra no puede iniciar un nuevo negocio hasta que no ha liquidado todas las deudas. En cualquier caso, la Fundación Cotec alerta sobre la baja utilización de los incentivos fiscales y las ayudas públicas para la investigación y desarrollo.