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La autoprotección de los inversores

The Economist / Clarín (Martín Redrado) / El Mundo (Ángel Rodríguez-Valdés)

Un año ha pasado desde la dramática implosión de la compañía Enron, la que una vez fuera la séptima mayor empresa de América (...). El gigante energético procedente de Tejas se convirtió en la compañía más grande del mundo.

No obstante, el mes de diciembre del año pasado, esta empresa protagonizó la mayor bancarrota de la historia de Estados Unidos, sacudiendo a los trabajadores, a los inversores, a los reguladores y hasta a los hombres del Congreso (tres cuartas partes de los cuales habían recibido contribuciones de la propia Enron para financiar sus respectivas campañas electorales).

Camino de lo peor, Enron ha continuado como una imparable fuerza de revelaciones sobre la sordidez de las corporaciones y sobre el fraude de las auditorías que sepultó a compañías de la magnitud de Worldcom, Global Crossing, Tyco, Adelphia y otras, e incluso apartó del negocio a una de las firmas más antiguas del segmento de la auditoría, Arthur Andersen (...).

Nada sugiere que los inversores puedan descansar ahora tranquilamente. La burbuja del mercado de valores demostró que la seguridad y aquellos retornos de dobles dígitos eran totalmente ilusorios. La enronitis demostró que no hay sustituto para el constante escrutinio y el continuado interrogatorio.

Al final, si los inversores no están preparados para abandonar su incredulidad cuando se encuentran con compañías con números inflados y planes de negocio imposibles, ni siquiera grandes cantidades de regulación podrán salvarlos.

Para los inversores prudentes el precio del mercado tiene que ser una eterna y constante vigilancia.

Lula, los argentinos y el Mercosur

La visita del presidente Lula a la Argentina no es más que una nueva demostración de que el Mercosur no es una opción, sino un destino (...). No obstante y pese a los progresos alcanzados, hacia adelante, se presentan nuevos desafíos que debemos enfrentar con visión estratégica. La prioridad que el presidente Lula otorga a la integración regional, y específicamente a nuestro país, constituye una oportunidad histórica para consolidar el bloque y lanzarlo definitivamente al escenario mundial (...).

El principal objetivo de la cooperación debe ser convertir al Mercosur en un área de estabilidad macroeconómica (...).

Somos conscientes de que los países del cono sur tenemos un destino en común, más allá de la existencia o no del citado Mercosur. En ese caso, lo mejor que podemos hacer es reconocer ese destino, y en lugar de tratar de diferenciarnos cuando al otro le va mal, aprovechar la sinergia de una acción conjunta y coordinada. Ello, sin lugar a dudas, contribuirá a reinsertar a la región en el sendero del desarrollo justo y sostenido.

La cochinada en Venezuela

De un tiempo a esta parte los productores de porcino han tomado mucha importancia en Miraflores. Si la oposición anuncia en el mes de octubre una huelga, ahí está Alberto Cudemus con sus cifras de producción cochinera.

Si hay una marcha y el presidente se altera, corre Cudemus para hablar de las granjas ecológicas donde los porcinos vivirán mejor que las personas, con sus charquitos saneados y sin dengue.

El 9 de octubre pasado, víspera de un paro, el 'muchacho disposicionero', como lo definió su señora madre, se acuerda del presidente de los cochineros y el fiel Alberto Cudemus, junto a Hugo Chávez, hace un llamamiento al trabajo y al diálogo en lugar de que se produzca un paro de actividades (...). Días antes hizo un panegírico de otra reunión con los criadores de cerdos de Miraflores (...). ¡Qué obsesión cochinera, pensé, esto no puede ser casual! (...). Avivé la memoria y encontré la clave en la obra de Plomo (...) donde describe la batalla de los cochinos. El gran George Orwell escribió el libro Rebelión en la granja. Cuidado, presidente, hasta los cochinos pueden ser peligrosos en tiempos de desobediencia civil. No se fíe, la cosa está encochinada.

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