De cuento de hadas
En el corazón de la Suiza central se halla Lucerna, una ciudad con dos caras, la cultural de los museos, cafés al aire libre e iglesias antiguas en la ribera derecha, y la elegante de las tiendas de alta costura y hoteles de lujo, en la izquierda
Lucerna encarna todos los atractivos y encantos de Suiza y no ha de extrañar que esta ciudad de los cuentos de hadas figure entre los 10 primeros destinos turísticos del mundo, según la revista Traveller de Condé Nast. Aquí, en el corazón de la Suiza central, entre los bosques y los lagos del norte y las agrestes cimas alpinas del sur del país, se halla esta ciudad alegre y elegante que sirve de puerta de entrada a todo tipo de deportes de invierno. Pero Lucerna es mucho más que un mero centro de esquí y alpinismo. La ciudad alberga una rica y variada cultura y estilo de vida. Basta con citar la decena de museos que se encuentran a pocos minutos del centro de la ciudad en unos de los impecables trolebuses o tranvías que recorren las principales calles de la ciudad y sus afueras.
¿Picasso en Lucerna? Pues sí, en la casa Am-Rhyn-Haus, uno de los más hermosos e históricos edificios de la ciudad, se encuentra una impresionante muestra de los últimos 20 años de la vida del genio español. A poca distancia se halla el caserón en el que pasó buena parte de su vida el compositor alemán Richard Wagner, hoy convertida en museo. También destaca por su originalidad el Jardín de los Glaciares, un importante monumento de la naturaleza con vestigios del periodo glaciar de hace 20.000 años. En este museo se encuentra también el más antiguo relieve de Suiza, el modelo histórico de la ciudad y el burlesco Laberinto de los Espejos. Para completar la visión de lo que es y lo que ha sido la ciudad, no debe faltar una visita a los museos Hans Erni y el de Arte. Y como última curiosidad, el Panorama Bourbaki, la mayor pintura del mundo, de 1.100 metros cuadrados de superficie, mostrando la retirada del Ejército francés del Este durante la guerra franco-alemana de 1870-71.
Un recorrido por el célebre Alpineum, con su gran pintura panorámica de los Alpes suizos con el Jungfrau, el Cervino y el Monte Rosa, es recomendable para abrir el apetito antes de iniciar la primera excursión al monte. Una de los mejores itinerarios para el viajero que quiere ganar un poco de altura en los Alpes es la ascensión al Pilatus, la montaña emblemática de Lucerna. Se trata de una cima de 2.100 metros cuya base queda a 15 minutos del centro de la ciudad, un reto fácilmente al alcance de cualquiera senderista. El trolebús número 1 lleva desde la estación de ferrocarril hasta el teleférico del Pilatus, desde donde se puede subir hasta Fräkmuntegg, salvando así un tramo de camino un tanto monótono para luego emprender la verdadera experiencia alpina por un empinado sendero de tierra. En menos de dos horas de caminata por bosques de pinos y saltos de agua se alcanza la cumbre del Pilatus que aguarda una agradable sorpresa típicamente suiza: un hotel de cuatro estrellas, con tienda de regalos, restaurantes, cafeterías y música al aire libre los fines de semana. El descenso se puede realizar a pie o en el mismo teleférico o, si prefiere cambiar de itinerario, en el tren funicular más empinado del mundo que parte desde la cima.
El mejor itinerario para el viajero que quiere ganar un poco de altura en los Alpes es ascender al Pilatus, la montaña emblemática de Lucerna
Lucerna es una ciudad dividida por la ría Reuss. La ribera derecha es en gran parte un reliquia de la Edad Media, el barrio de los museos y las galerías de arte, los cafés al aire libre y las iglesias más antiguas de la ciudad, mientras que en la ribera izquierda se sitúan las tiendas de alta costura, los restaurantes y los hoteles de lujo, los paseos arbolados y, cómo no, las grandes entidades bancarias que simbolizan la prosperidad de estos ciudadanos alpinos, que disfrutan del más alto nivel de vida del mundo.
La travesía de una ribera a otra se hace por el histórico Puente de la Capilla, una joya del siglo XIV, que formaba parte de la fortificación de la ciudad. Las pinturas sobre madera de este puente muestran escenas de la historia suiza y de la ciudad. La Torre del Agua, de 34 metros de altura, forma parte del mismo puente. Emblema de la ciudad y también el monumento más fotografiado de Suiza, la torre ha pasado por múltiples encarnaciones, desde guardián del tesoro hasta cámara de tortura en tiempos de la Inquisición.
Lucerna se descubre a pie. Partiendo de la estación de ferrocarril, se llega en pocos minutos al muelle de donde parten los vapores de ruedas que realizan cada hora un crucero por el lago, una excursión familiar especialmente recomendable en verano para disfrutar del restaurante al aire libre en la cubierta del buque.
Localización
Cómo ir. Iberia y Swiss vuelan diariamente a Zúrich. Desde el mismo aeropuerto de Zúrich sale al menos una vez por hora un tren Intercity a Lucerna, un viaje que tarda alrededor de una hora. Para rebajar el presupuesto del transporte, la Oficina Suiza de Turismo ofrece un abono con descuento del 50% sobre las tarifas normales y validez de un mes, por el precio de unos 65 euros. También existen abonos para familias. Dicen que en Suiza se puede poner el reloj en hora según los horarios del tren. Lo mismo puede decirse de los autobuses, que circulan según un horario colocado en cada parada. El billete se compra antes de subir al autobús en las máquinas que se encuentran delante de la parada, y que llevan instrucciones en alemán, francés, italiano e inglés. Alojamiento. Lucerna dispone de más de 50 hoteles para todos los bolsillos. El Grand Hotel National (41 4190909), un histórico edificio de cinco estrellas al lado de la estación, dispone de magníficas vistas sobre la ciudad y habitaciones dobles a partir de 240 euros con desayuno incluido. Una alternativa más económica, pero con un gran encanto, es el Magic Hotel (41 4171220), con habitaciones dobles por 127 euros. Comer. En cualquiera de los restaurantes que bordean la ría puede disfrutar de la típica fondue de queso y el nada despreciable vino blanco del país. Para apreciar el pescado del lago de Lucerna, los entendidos suelen dirigirse a Sebastian's (Rütligasse 2, 41 2408800). Uno de los restaurantes más acogedores y de ambiente romántico en el mismo centro la ciudad es Wilden Mann Stube (Banho-fstrasse 30, 41 2101666). Como novedad, puede cenar a bordo del buque-restaurante Wilhelm Tell, amarrado cerca de la estación (41 4102330).