Acuerdo de asociación comercial con la UE
Esta semana, el Congreso chileno ratificará el Acuerdo de Asociación Comercial, Diálogo Político y Cooperación, alcanzado en mayo en la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno celebrada en Madrid. El tratado de libre comercio que incluye el acuerdo implica la liberalización de más del 90% de los intercambios bilaterales. Las exportaciones chilenas a la Unión Europea se centran en productos agrícolas, con una cuota del 2% del total de importaciones de este tipo.
El acuerdo de libre comercio permitirá diversificar las exportaciones chilenas muy concentradas en los países del Este de Asia, con un peso relativo de en torno al 20% del total. Los datos publicados esta semana confirman el deterioro de las importaciones chilenas, con un descenso interanual del 13,6% en octubre, en contraste con la suave recuperación de las exportaciones. De esta forma, el superávit comercial chileno acumulado hasta octubre se situó un 33% por encima del registrado en el mismo lapso de 2001. No obstante, el creciente superávit se ve impulsado por la debilidad de la demanda interna más que por la recuperación de la demanda externa.
El tratado permitirá, además, la apertura de sectores de servicios y dinamizará los flujos de inversión con origen en la UE, ya que establece condiciones preferentes para estos países. Ahí destaca la escasa participación de Chile en los flujos de inversión directa que la UE destina en Latinoamérica. Durante la década de los noventa este grupo de países invirtió en Chile 11.000 millones de dólares, lo que representa un 7,5% del total de inversión en América Latina. Además, la inversión directa con destino en Chile procede fundamentalmente de España, en concreto, un 76,5% de los flujos de capital totales. La situación actual de la economía chilena, con la inflación bajo control y un reducido nivel de endeudamiento público, brinda sin duda oportunidades de inversión que pueden ser aprovechadas en próximos ejercicios.
El tratado implica la liberalización de más del 90% de los intercambios bilaterales antes de 10 años y grandes oportunidades de inversión
Aunque el acuerdo sienta las bases para que la economía chilena tenga una mayor interrelación con las de la UE será necesario que se consoliden las expectativas de recuperación económica y, por ende, de flujos comerciales y de inversión para que pueda materializarse.