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Aeronáutica

Rolls utiliza un contrato con ITP para exigir la entrada en el capital de Alerion

La multinacional británica desarrolla estos días unas intensas negociaciones para materializar su entrada en el capital de Alerion, que nació en marzo pasado en base a la unión de las fábricas de componentes aeronáuticos de ITP y de Gamesa. Los accionistas que aportaron estas plantas, SEPI, Sener y Corporación IBV, alumbraron un grupo de capital íntegramente nacional y sin la participación de Rolls-Royce, que es accionista al 46,875% de ITP, mientras el 53,1% está en manos de la SEPI y Sener.

La corporación anglosajona, que comenzó reclamando más de un 30% de Alerion y que finalmente pudiera contar con entre un 10% y un 12% del nuevo grupo, juega con una baza a su favor en las conversaciones con SEPI, IBV y Sener. Esa ventaja tiene que ver con ITP, que el 27 de abril de 2001 anunció un importante acuerdo comercial con Rolls-Royce, que llevaba camino de convertirse en el segundo contrato más importante de la historia de la compañía desde su constitución en 1989.

La compañía de Zamudio (Vizcaya) anunció en aquella fecha que el contrato quedaría formalizado en septiembre de ese ejercicio, y más de un año después todavía no ha sido firmado por ambas partes. El proyecto situaría a la participada de Rolls como el suministrador en exclusiva de las turbinas de baja presión para los nuevos motores de más de 35.000 libras de empuje que fabricará la multinacional británica.

En cifras, el pedido tiene un importe, desde el ejercicio en el que se fijen las primeras entregas y hasta 2010, de 90,15 millones al año, para luego ganar volumen y llegar hasta los 240,40 millones al año. La vida comercial de estos motores está estimada en unos 30 años, según anunció ITP. Actualmente, la empresa vizcaína ya trabaja directamente para diversos motores de Rolls-Royce, como los equipos Trent 500, Trent 700 y Trent 800.

Inversiones

La puesta en marcha de ese programa con Rolls le permitiría a ITP iniciar un plan de inversiones de 420,71 millones, a desembolsar durante 10 años. Gran parte de ese presupuesto, 84,14 millones, tiene un alto valor añadido, puesto que se emplearía en el desarrollo de productos propios.

Fuentes oficiales de Alerion han señalado que el acuerdo definitivo sobre el capital se puede producir antes de finales de año, y de momento todavía no se han cerrado los porcentajes de los diferentes socios.

En el diseño inicial del acuerdo de marzo pasado y en una primera fase, Gamesa tomaba el 59%, mientras que la SEPI se quedaba con un 20,5%, y Sener, con la misma participación. En una segunda fase, y siempre según aquel escenario, en el que no figuraba Rolls-Royce, Gamesa limitaba su presencia al 3%, mientras quedaban como accionistas de referencia Sener (22%), IBV (21,5%), SEPI, con el 20,5%, y Nefinsa, con el 11,3%, además de un 21,7% que estaba previsto colocar en Bolsa.

Ese reparto evidenciaba la salida de Gamesa de sus actividades aeronáuticas, para apostar en exclusiva por el negocio de las energías renovables. Desde IBV, el grupo empresarial participado al 50% por Iberdrola y el BBVA destacaba como uno de los artífices de Alerion el vicepresidente y consejero delegado de la eléctrica, Ignacio Sánchez Galán, que además gestionó ITP desde sus inicios en 1989 y durante varios años para fichar luego por la operadora Airtel.

La semana pasada, Alerion volvió a ser noticia por su decisión de establecer en Madrid la sede de la sociedad holding que aglutina los activos industriales del País Vasco, lo que levantó otra tormenta política entre los Gobiernos de Aznar e Ibarretxe.

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