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José Luis López Combarros

'Todas las empresas deberían someterse a las normas contables internacionales'

Hace un año no lo veía posible, pero ahora cree que no es tan utópico pensar en unos 'principios universales de contabilidad'. José Luis López Combarros, presidente del ICAC, está radiante por la armonización en la UE que supone la adopción de las normas internacionales de contabilidad. Y no descarta que se logre un cuerpo contable único en el mundo en 2005 por los trabajos consensuados entre el organismo estadounidense y el que emite las normas internacionales. A corto plazo, en su cartera aún queda pendiente dar con un concepto adecuado de transacciones entre empresas relacionadas y un reglamento de fusiones. Algo que se escapa de su mano, pero lo que quiere dejar claro es que 'la armonización contable no tendrá impacto fiscal'.

Pregunta. De las sugerencias del Libro Blanco para la reforma de la contabilidad ¿cuál destacaría?

Respuesta. Sin duda, el extender las normas contables internacionales a las sociedades individuales. Para consolidar una situación hay que preparar las bases con los mismos criterios. Si cada sociedad lleva criterios distintos, no vale de nada. La postura del Libro Blanco es lógica y razonable y estoy encantado de que hayan llegado a esa conclusión. En general, han hecho unas recomendaciones muy válidas y estamos de acuerdo con ellas. Y aunque es cierto que muchas son cartas a los Reyes Magos, saldrá adelante la mayoría.

P. ¿Cuándo cree que entraría en vigor la aplicación de las normas contables internacionales para sociedades individuales?

R. Creo que podría ser en 2007, aunque hay que tener presente que habrá que modificar el Código de Comercio, la Ley de Sociedades Anónimas y el Plan General Contable. En 2005 entrarán en vigor las normas internacionales de contabilidad para los grupos consolidados y cotizados, y el objetivo del ICAC es acabar todo el proceso en 2006 con la intención de que en 2007 se utilicen criterios homogéneos para todas las empresas.

P. ¿Las nuevas normas internacionales de contabilidad van a modificar los resultados de las empresas?

R. La introducción del criterio del valor razonable va a ser positivo y no generará ningún impacto negativo. Pero otros cambios, como el que afecta al fondo de comercio, es, en mi opinión, una equivocación según está pensado bajo el sistema americano y puede producir efectos indeseados. En general, las normas internacionales de contabilidad tampoco son tan distintas de las nuestras. Yo no espero una revolución ni grandes cambios en las cuentas de resultados de las empresas.

P. Pero los cambios van a ser importantes y obligarán a los profesionales a actualizar sus conocimientos.

R. Cada vez que tengo oportunidad, y ahora mismo estoy yendo junto al presidente de la CNMV, Blas Calzada, para dar conferencias en las Bolsas, no me canso de pedir a las compañías que se preparen desde ya para 2005. La reforma de 2005 está ya prevista en un reglamento comunitario y, por tanto, no hay nada que vaya a cambiar. Así que las empresas cotizadas y los grupos de empresas tienen que saber que ya en ese año hay que hacer las cuentas comparadas con las de 2004. Les recomiendo que empiecen ya a analizar los cambios que se avecinan, la información complementaria que van a necesitar, porque una de las cosas que piden las normas internacionales es más y mejor información. La memoria es más amplia, y eso hay que prepararlo. Para las sociedades individuales la cuestión es diferente porque habrá que cambiar las leyes que antes comentábamos.

P. ¿Y de cara a las microempresas?

R. Aquí el objetivo es volver al sistema de los clavos. Me explico, cuando yo empecé a trabajar de auditor, hace más de 30 años, de un clavo se colgaban las facturas emitidas y de otro las recibidas. A las empresas más pequeñas se les exigirá una contabilidad que pueda hacer quien no sepa contabilidad.

P. Pensando ya en la profesión auditora, ¿qué le parece que los cambios vengan de la mano de la Ley Financiera? Los profesionales sienten que no se les ha consultado...

R. La reforma de la auditoría tiene dos puntos. Uno, impuesto por la armonización europea, y que es la que afecta a la gran parte de los cambios sobre objetividad, independencia e incompatibilidades de la profesión y lo relativo al control de calidad. Los trabajos previos a los cambios propuestos los han conocido los auditores porque se han debatido en Bruselas. Otro tema de la reforma afecta al régimen de infracciones. Esto es verdad que no lo sabían. Es decir, no lo sabían cuando se me pidió un borrador, pero en el momento en que estuvo listo, lo conocieron.

P. ¿Qué tema queda pendiente de la reforma de la ley de auditoría?

R. Un tema muy importante como es el de la autorregulación de la profesión. Es una de las reivindicaciones más demandadas, pero hoy por hoy, y lo lamento, las corporaciones no tienen razón al pedirlo. Y no tienen razón, entre otras cosas, porque les he pedido que se unan en una sola corporación y no han sido capaces de hacerlo. Es una gran equivocación y pierden todos, grandes y pequeños auditores.

P. ¿Cómo ve la calidad de la auditoría en España?

R. Bastante elevada. Basta ver que el 15% de las empresas cotizadas lleva salvedades en su informe de auditoría. Se intentó, por parte de la CNMV, sacar de cotización a las empresas en este caso. Al final, no salió, y es que, pese a que en otros países se hace, deja caer mucha responsabilidad sobre el auditor.

'La sanción más grave a una auditora puede llevarla a la quiebra'

'La sanción del 20% sobre la facturación de la compañía auditora para casos de dolo o negligencia en una auditoría puede mandar a la firma a la quiebra'. Así de rotundo se muestra López Combarros al valorar el endurecimiento del régimen de responsabilidad del auditor.No obstante, para el presidente del ICAC lo importante es que los auditores y las corporaciones que les representan se den cuenta de la gran responsabilidad que asumen. Además, matiza por otro lado, se ha reducido la responsabilidad civil del auditor y sólo son responsables los socios firmantes del informe, y no como hasta ahora en que todos los socios eran responsables solidariamente. Así, aunque el régimen de sanciones es elevado, 'está en sintonía con la responsabilidad de los administradores sociales'. Para el presidente del ICAC, la actualización continua de los profesionales y el control de calidad de las auditorías son otros de los aspectos clave de la profesión. 'Se articulará un sistema de formación obligatoria por la que tendrán que pasar y que se impartirá en universidades, escuelas o en las propias corporaciones', señala. Asimismo, cree que los futuros licenciados deberían ya estudiar las normas internaciones de contabilidad 'en otro caso, cuando salgan no podrán trabajar'. Respecto al control de calidad que ejercerá el ICAC, se sufragará con unas tasas que han sido muy criticadas por los auditores. Sin embargo, para López Combarros, 'cobrar 80 euros para auditorías de hasta 30.000 euros y de 160 por las que están por encima de esa cifra no pueden decir que sea excesivo'. El otro caballo de batalla es la independencia de la profesión, donde 'aún no está todo dicho; habrá que ir limando determinados aspectos porque es imposible hacer una ley sin agujeros. Pero se ha dado un paso muy importante para objetivar el trabajo del auditor y para lograr que una auditoría en Francia sea igual que en España'.

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