Comunicación sostenible
Desarrollo sostenible y enfoque multidisciplinar son los rasgos que definen a MGA, una pequeña consultora estratégica que trabaja al servicio de las empresas españolas.
Aunque la responsabilidad social corporativa puede parecer un concepto ligado a grandes empresas y multinacionales, las iniciativas de puesta en marcha de este tipo de proyectos pueden ser emprendidas por cualquier clase de organización, también las pymes.
El desarrollo sostenible se ha convertido en una condición sine qua non en todas y cada una de las actividades a realizar por las empresas. Avanzar y progresar en el ámbito social, económico e industrial sin por ello alterar la propia naturaleza del planeta supone un reto de diferente dificultad atendiendo al campo de que se trate.
MGA, con un equipo dirigido por Paz Errejón, basa sus directrices en diseñar y comunicar todas aquellas actuaciones que realizan sus clientes, entre los que están Gamesa, Endesa, Apecyl (Asociación de Promotores de Energía Eólica de Castilla y León), Stone Work, Stachys, etcétera, en aras del desarrollo sostenible.
Con una facturación que se aproxima a los 300.000 euros, esta empresa madrileña emplea a siete profesionales procedentes de muy diversos campos. A pesar de su tamaño, los trabajos que ha ido desarrollando año tras año le han convertido en referente de muchas entidades, tanto para actuaciones puntuales como para formar parte de su cartera de clientes. Desde la simple emisión de comunicados de prensa o elaboración de artículos hasta la gestión y el diseño de estrategias globales de comunicación, esta consultora abarca todos los ámbitos de la comunicación y el marketing. MGA se ha convertido en portavoz de sectores con poca tradición de compromiso sostenible, como el de la construcción o de la energía eólica, paradigma del progreso y antítesis de la contaminación.
Desde su creación a principios de los noventa, esta consultora se ha caracterizado por buscar la porción de mercado más comprometida con el medio ambiente, contando siempre con recursos internos y externos introducidos de lleno en diversos caminos profesionales (economistas, abogados, sociólogos, ingenieros, publicistas...)
Durante todo este tiempo ha compaginado los trabajos para grandes empresas con aquellos realizados para otras más pequeñas, estableciendo lazos con otras pymes en busca del beneficio mutuo y de la vía para extrapolar la consigna de luchar por conseguir la sostenibilidad.
Incluso campos como el de la industria alimentaria han conseguido extraer de entre sus actividades puntos clave para la salud medioambiental, lo que ha contribuido a elevar su posición en el mercado y a convertirse en ejemplos de cómo se puede crecer sin alterar el patrimonio natural.
Algunos estudios recientemente realizados demuestran que al ciudadano le parece bien que las empresas difundan sus logros en temas de acción social, aunque las firmas no lo publiciten debido a que consideran que puede dar lugar a malas interpretaciones.
Y es que en un mercado tan competitivo como el de hoy es cada vez más complicado obtener diferenciación por los méritos económicos o empresariales. El concepto medioambiental, casi de nuevo cuño dentro del mundo de la empresa, se ha convertido en una obligación, pero a su vez se ha consolidado como un valor diferencial que las organizaciones necesitan comunicar para no quedarse atrás y, si es posible, tomar ventaja.
Como cualquier otro plan empresarial, será necesario establecer una estrategia, unos objetivos, unas líneas de acción específicas, la identificación de los procesos implicados, así como un presupuesto riguroso y, posteriormente, la evaluación del impacto de las iniciativas puestas en marcha. La clave de MGA está en la metodología de trabajo desarrollada, analizando estratégicamente el entorno de los clientes de su cartera, que abarcan campos muy distintos. Por último, destaca el proceso de formación que ha llevado a cabo con la mitad de su equipo, rescatándolo de las aulas universitarias para situarlos en el mundo profesional.