Los inspectores de la ONU necesitan apoyo
Hans Blix y la avanzadilla de inspectores de la ONU ya se encuentran en Bagdad (...). Su responsabilidad es enorme: determinar si habrá una nueva guerra en el Golfo. Pero no es sólo suya. Los inspectores son responsables del Consejo de Seguridad, que, en principio, debe decidir si el régimen de Sadam Husein ha acatado en los últimos meses la resolución 1441.
En la práctica, EE UU se ha reservado el derecho a decidir si Bagdad ha infringido las obligaciones de desarme acordadas tras la guerra del Golfo. Pero es el deber de EE UU y de todo el resto de los miembros del Consejo asegurarse de que los inspectores dan a Irak una oportunidad imparcial para acceder a sus peticiones (...). Es importante que el Consejo de Seguridad mantenga su unanimidad y la claridad de su objetivo, que es desarmar Irak, pero no derrocarlo. En esa unanimidad descansa la mejor oportunidad para evitar la guerra. Es también el mejor modo de persuadir al dictador de que no puede agarrarse a las armas como al poder.
Cómo caen los dictadores
Los dictadores suelen caer el día que menos piensan. La historia los castiga de tal manera que ellos son los últimos en enterarse de que su tiempo ha terminado. Al borde del precipicio, los dictadores pierden la cabeza. Es la maldición de los dioses. Se vuelven más autócratas. Más peligrosos, desde luego (...). Los últimos acontecimientos ocurridos en Caracas no indican otra cosa que la agonía de un régimen autoritario y despótico, que se disfrazó de democrático para imponer un modelo contrario a la libertad y las leyes. Hay que preparar su funeral.