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Europa, destino de los jamones ecológicos

Cualquier cerdo criado en España envidiaría la vida de los que habitan en una dehesa del norte de Huelva propiedad de dos empresarios alemanes, promotores de la Fundación Monte Mediterráneo. Cada animal dispone de dos hectáreas repletas de bellotas, barrizales y sombras para su solaz. Su alto nivel de vida es prioritario, hasta el punto de que las personas que se les acercan han tenido previamente que hundir sus zapatos en un charco desinfectante para no amenazar la excelente salud de los inquilinos.

Esta fundación alemana se ha especializado en la crianza de cerdos ibéricos de bellota ecológicos. La máxima calidad a la que puede aspirar un jamón.

Para comercializar su iniciativa se han asociado con el empresario español Julio Revilla, propietario de la compañía Derivados del Cerdo Ibérico y copropietario de Consorcio del Jabugo. Juntos van a exportar los que pueden ser los mejores jamones del mundo a Alemania, Austria y otros países europeos.

Ni uno solo de los 2.000 jamones y paletas ibéricas que salgan de la dehesa de la fundación se va a quedar en España. Todas estas piezas están ya vendidas a tiendas de delicatessen de estos países, previa visita de los exigentes clientes a la dehesa, de la que salen admirados por el exquisito trato dado a los cerdos.

La iniciativa alemana no es aislada. Muchas partidas de los mejores jamones incluso no ecológicos de Julio Revilla reflejan en su etiqueta que su destino no es sólo España: el propietario de las tiendas Byzance, ubicadas en los Campos Elíseos de París, sólo vende jamón ibérico y caviar iraní, y se jacta de ser el único lugar del mundo, incluido España, en el que el cliente puede elegir entre jamones de bellota procedentes de cuatro denominaciones de origen: Los Pedroches, Huelva, Guijuelo y Dehesa de Extremadura. Y les saca un provecho de 200 euros el kilo al corte. Para remachar su instinto comercializador, tiene registrada la marca Bellota-Bellota, que ahora todo el sector del ibérico español envidia.

El fenómeno es imparable. Mientras las exportaciones totales de derivados del cerdo menguaron un 16% en 2001 con respecto al año anterior, las exportaciones de jamones y paletas ibéricos han aumentado un 85% en el mismo periodo, hasta alcanzar 600 toneladas del mejor jamón, principalmente de bellota, que se va preferentemente a Francia (215 toneladas), Portugal (160 toneladas), Alemania (50 toneladas) o Bélgica (30 toneladas). Esta cifra empieza a representar un buen pellizco en la producción anual de cerdos belloteros, actualmente cifrada en 400.000 animales.

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