El vertido del petrolero 'Prestige' arruina a gran parte de los marisqueros
La Xunta de Galicia prohibió ayer la pesca a lo largo de casi 100 kilómetros de la costa gallega, en una zona especialmente rica en percebes, nécoras, centollas, langostas y pulpos, por los gravísimos daños medioambientales ocasionados por el vertido de 3.000 toneladas de fuelóleo del petrolero Prestige, que ayer se encontraba a 65 millas de la costa, con grave riesgo de que se partiera.
Los marisqueros de la zona acusaron a las autoridades de haber reaccionado tarde y mal en las labores de contención de la marea negra. Los 18 kilómetros de escolleras inflables desplegadas no han podido evitar la catástrofe para esta zona marisquera, cuyos habitantes se preparaban para faenar de cara a la época navideña, la mejor del año.
Fuentes del Gobierno de Galicia aseguran que el viento ha impedido 'por ahora' que aguas contaminadas penetren en las rías gallegas, donde se encuentran las mayores explotaciones de acuicultura.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Miguel Arias Cañete anunció ayer que el asunto será tratado en el consejo de ministros de la UE el próximo día 29. Para entonces, un comité interministerial, encabezado por el vicepresidente primero, el gallego Mariano Rajoy, tendrá una primera evaluación de los daños originados por la catástrofe.
Esta comisión se reunirá mañana lunes y en el consejo de ministros del Gobierno del próximo viernes se anunciarán las primeras medidas de apoyo al sector marisquero y a la región costera devastada.
El desastre puede resultar de una consideración desconocida si el petrolero se parte en dos, tal como temen algunos expertos. Las 70.000 toneladas de fuel que transporta duplican las vertidas al mar por el Exxon Valdez en Alaska en 1.989. El Gobierno de Aznar minimiza el riesgo.
Por otro lado, el Gobierno español insiste en que el barco tenía como destino de carga Gibraltar, acusación que ha sido negada por el embajador británico Peter Torry, y por la compañía Crown Reources, fletadora del buque. El capitán del buque, Apostolus Maguras ingresó ayer en prisión por orden del juez.