Los avicultores desabastecerán el mercado si no logran precios mínimos
Si no media un acuerdo entre los avicultores y la industria en los próximos días, hecho que no ha sucedido a lo largo de todo este año, en diciembre no habrá pollo. Los productores tienen previsto iniciar un paro general con carácter indefinido a primeros del próximo mes que provocará irremisiblemente un desabastecimiento de los mercados. Sólo si la industria garantiza unos precios de garantía uniformes, similares al menos a los costes de producción (0, 21 euros por pollo), volverán a entrar en actividad las granjas. 'Si no producimos, por lo menos no perdemos dinero', afirma Javier Sánchez, de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), organización que engloba a la práctica totalidad de los avicultores españoles. Porque el sector (que mueve 1.225 millones de euros anuales y emplea a 35.000 personas) lleva perdido en lo que va de año 22 millones de euros, que se convertirán en 35, si 2002 termina sin que se remedie la situación actual. Y el problema no es nuevo, puesto que siempre, según la UPA, los cuatro últimos ejercicios han ocasionado a los productores pérdidas por valor de 87 millones de euros, reales y de renta.
Por todo ello, los granjeros consideran imprescindible contar con un precio de garantía, a pesar de que en la actualidad se estén pagando las aves a 0,24 euros de media, esto es, tres céntimos por encima, pues ni eso sucede en todas las regiones, ni ocurre en todas las épocas. A primeros de año acordaron con la industria un acuerdo marco donde se establecía un contrato tipo que fijaba estos precios. Sin embargo, dicho contrato no está cumpliéndose y, mientras los precios pagados a los granjeros siguen cayendo (de 0,29 euros en 2001 a 0,24 en noviembre de 2002), los costes de producción continúan fijos en 0,21 euros, barrera que cruzarán de seguir esta tendencia, lo que propiciaría un escenario similar al de 1999 y 2000, cuando los precios en origen no cubrían los gastos de producción.
A partir de diciembre, por tanto, ninguna granja aceptará más aves para engorde (el pollo tarda en formarse 50 días), hecho que supondrá que los 30 millones de pollos que se consumen durante el último mes del año no puedan ser servidos.