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Arte

Arte sacro en Orihuela

La Luz de las Imágenes prepara su nueva exposición con 600 obras de la diócesis alicantina

Más de 250 expertos trabajan desde 1999 en la recuperación del arte sacro de la Comunidad Valenciana. Son los especialistas de la Fundación La Luz de las Imágenes, con centro de operaciones en Bétera (Valencia). Restauradores en pintura, escultura, dorados, orfebrería, papel y carpintería, entre otros, por cuyas manos han pasado cerca de 800 piezas, en ocasiones, con sorpresa incluida. Así, el cuadro del primer obispo de Orihuela, Gregorio Gallo, no era anónimo como se creía, sino obra de Alonso Sánchez Coello, el pintor de cámara favorito de Felipe II, y en la tabla Faz de Cristo, venerada durante siglos en la Catedral de El Salvador de Orihuela (Alicante), se descubrió el sello de Luis Morales, el Divino, cuyo estilo está próximo a los primitivos flamencos.

La Fundación La Luz de las Imágenes es una iniciativa de la Generalitat Valenciana para la recuperación y difusión del patrimonio histórico-artístico de la comunidad, una tarea en la que lleva invertidos 35 millones de euros. Su origen fue la exposición Sublime, inaugurada en Valencia en febrero de 1999, que repasaba a través de 400 obras de arte religioso 2.000 años de historia de la diócesis valenciana y que visitaron 400.000 personas. Dos años después llegaría Desconocida, Admirable, en Segorbe (Castellón), en la que se mostraban 600 objetos, entre pinturas, esculturas, documentos y otros objetos, repartidos en cuatro edificios religiosos, admirados por más de 200.000 personas.

El próximo destino es Orihuela, donde La luz de las Imágenes prepara Semblantes de la vida, título que expresa los distintos rostros que la fe ha plasmado en el arte a lo largo de la existencia. La exposición mostrará 600 piezas, actualmente en restauración (Santo Tomás, de Velázquez, está considerada la obra cumbre), en cinco centros históricos de esta ciudad monumental, cuna del poeta Miguel Hernández: la Catedral del Salvador, el Colegio de Santo Domingo, el Palacio Episcopal, la iglesia de las Santas Justa y Rufina y la iglesia de Santiago.

La muestra, que será inaugurada en la primavera de 2003, propone un itinerario artístico que se inicia en el Palacio Episcopal, edificio del siglo XVIII, que acogerá una selección de piezas desde los orígenes del cristianismo a la etapa barroca. La Catedral de San Salvador se destina a la exhibición de retablos de época gótica y renacentista, con obras de Paolo de San Leocadio, Rodrigo de Osona y Nicolás Borrás, un seguidor de Juan de Juanes. La iglesia de las Santas Justa y Rufina acoge las piezas de los siglos XVII y XVIII, destacando la Urna para el Santísimo, de Antoine Duparc, conservada en este templo, y obras de Francisco Salzillo. También se muestra una selección de orfebrería litúrgica de la época y una colección de lienzos de Antonio de Villanueva. El recorrido se cierra en la iglesia de Santiago, reservada al arte de los siglos XIX y XX. Aquí se podrá admirar lienzos de Vicente López y sus hijos Bernardo y Luis o esculturas de Mariano Benlliure. La iglesia de Santo Domingo se destina a la celebración de actos culturales paralelos a la exposición.

La fundación piensa ya en su nuevo proyecto: la recuperación y exposición del legado de los pueblos de interior de la provincia de Castellón, adscritos a la diócesis de Tortosa-Tarragona. Será en el año 2005.

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