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Estudiantes de Málaga se la juegan en Bolsa

Los alumnos de Económicas de la Universidad de Málaga cuentan desde ayer con su propia sala de operaciones, apadrinada por la Bolsa de Madrid, desde la que siguen en tiempo real las cotizaciones bursátiles e invierten sus propios ahorros.

El proyecto empezó a fraguarse hace más de dos años. La idea procede de Pedro Alcudia, profesor de Política Económica de la Universidad de Málaga, que convenció a sus alumnos para que pusieran en marcha esta iniciativa, con el propósito de que descubrieran una realidad hasta ese momento oculta detrás de libros y teorías.

Lanzada la idea, primero se constituyó el club de inversión Uniembolsa, que actualmente agrupa a una decena de alumnos. Estos estudiantes son los que han creado y gestionan la sala, instalada en una oficina en el recibidor de la facultad.

'Somos el primer club de inversión nacido en una universidad que tiene una sala de Bolsa con ticker (panel) de cotizaciones y con el servicio Unired Station III', herramienta que permite acceder en tiempo real a las cotizaciones de la Bolsa madrileña, así como las aplicaciones de gráficos', dice orgulloso Arturo Sierra, el estudiante de cuarto curso que preside Uniembolsa.

Otro rasgo distintivo de este centro reside en que los alumnos han creado una sociedad civil en comunidad de bienes, que les hace personalmente responsables de cualquier incidente relacionado con su actividad.

Dotar la sala no sólo con el servicio telemático, sino también con tres conexiones de fibra óptica, teléfonos, ordenadores y mobiliario ha requerido una inversión próxima a los 14.000 euros, que los estudiantes han reunido rascando en bolsillos ajenos: la Universidad, Unicaja y Renta 4. 'Conseguir todos los equipos a coste cero para nosotros ha sido uno de los grandes méritos', recalca Sierra.

La sala, que oficialmente empezó ayer tarde a funcionar, cuenta con la experiencia de los estudiantes del club Uniembolsa, que el año pasado invirtieron en renta variable 1.200 euros procedentes de sus ahorros. Al cierre del ejercicio habían recibido algunas minusvalías, ocasionadas por los valores tecnológicos, y, sobre todo, habían atesorado sabiduría: 'En este tiempo hemos aprendido mucho. Especialmente, que no se debe entrar en Bolsa sin saber la cantidad de dinero que uno está dispuesto a perder', confiesa Arturo Sierra.

El modo de operar del club pasa por que cada alumno se encargue de seguir y analizar un valor, 'y después se toman las decisiones de forma colegiada en las reuniones periódicas que celebramos'.

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