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Encuesta

Un estudio cifra en 5.000 millones el coste del despilfarro tecnológico

Hacer más con menos. æpermil;ste es el ultimátum que las empresas le han dado a las nuevas tecnologías. Y es que las cifras no son para menos. Según Gabriel Martín Francesconi, director general de Mercury Interactive, el coste que en España puede suponer el despilfarro de las empresas en sistemas informáticos puede rondar los 5.000 millones de euros.

Según datos de la consultora Gartner, aproximadamente 500.000 millones de euros es el coste mundial de comprar tecnología que no sirve. Al tiempo, el Departamento de Comercio de EE UU ha cifrado las pérdidas de la economía norteamericana por la baja calidad de los programas de ordenadores en unos 60 billones de euros.

Para Martín, en la última década, la informática se ha comprometido con las empresas a mejorar el negocio y hacerlo más competitivo. Sin embargo, 'las promesas de la informática no se han cumplido', aseguró ayer durante la presentación de un estudio de Forrester Research sobre el nivel de satisfacción que tienen los directivos con las aplicaciones informáticas de la empresa.

El estudio de Forrester, realizado entre 122 ejecutivos senior de tecnologías de la información de medianas y grandes empresas de Europa y Estados Unidos, pone de manifiesto varios problemas.

Por un lado, las aplicaciones informáticas no cumplen los objetivos del negocio. Así, sólo uno de cada seis entrevistados cree que sus sistemas cumplen con el nivel de servicio exigido. Por otro lado, las prioridades de los máximos responsables de la empresa y del negocio no se corresponden con las prioridades de los directivos del área de informática. Para ambos, en primer lugar está reducir los costes. Sin embargo, si para los ejecutivos es esencial mejorar la calidad de los productos, para los informáticos, su segunda prioridad es adquirir y retener clientes.

Según explica Martín, mientras los directores del área negocio preguntan '¿aumentaré el número de clientes?, ¿cuántas unidades venderé en una hora?', los directores del área de informática responden 'el ancho de banda es adecuado, el acceso a los datos es seguro, la aplicación es segura, etc.'. Es decir, 'las respuestas de la informática no se adecuan a las preguntas del negocio', aclara Martín.

Entre las situaciones que se dan en la empresa y que con más preocupación se ven en el seno de las organizaciones está el solapamiento de las herramientas y las bases de datos, el hecho de tener instaladas aplicaciones de negocio que no satisfacen las necesidades de la empresa o que no están siendo utilizadas.

En opinión de Martín, las empresas deben enfocar ahora sus recursos a optimizar el rendimiento, es decir, a sacar más partido de lo que se tiene, 'el negocio está diciéndole ahora a las nuevas tecnologías ¿dónde está lo que te di?' Y es que, según Martín, 'se ha llegado a un punto en que más del 50% de la inversión de la empresa se ha ido en tecnologías de la información a costa de prometer que se iba a hacer el negocio más efectivo y barato, y la realidad ha sido que los negocios cada vez dependen más de las tecnologías'. Así, según los expertos, 'estamos en un punto en que no ha habido retorno de las inversiones realizadas'. Y, como así se concluye en el informe de Forrester, hay un importante desfase entre las tecnologías de la información y los objetivos de negocio. Todo ello a un precio excesivo difícil de costear en un clima de incertidumbre económica.

Banca y comercio electrónico son las más afectadas

Todas las empresas, en mayor o menor medida, se han visto afectadas por la moda de invertir en nuevas tecnologías. Pero, dentro de las que apoyan todo o parte de su negocio en la informática, son la banca, el sector asegurador y las compañías de comercio electrónico las que se han visto más afectadas por el exceso de sistemas.Así, por ejemplo, según señala Gabriel Martín, es habitual que un directivo de banca por Internet tenga su bonus vinculado a que el sistema no se caiga durante más de 50 minutos. A pesar de ello, los sistemas se caen y, muchas veces, no es porque las máquinas ya no valgan o los programas no sean los adecuados o el ancho de banda sea insuficiente. El problema puede estar en que la aplicación no se ha probado más que a modo de prueba y de forma experimental o haya falta de comunicación entre los diversos encargados de que la aplicación funcione. Debido a la experiencia de Mercury Interactive, multinacional estadounidense dedicada a ofrecer soluciones informáticas, esta empresa ha llegado a un acuerdo con la consultora Accenture para desarrollar un programa llamado BTO (Business Technology Optimization) para, precisamente, optimizar las tecnologías al servicio del negocio. El objetivo es que la empresa aproveche los recursos que ya tiene y así lograr el retorno de la inversión. Según la experiencia en BTO, en EE UU, en un mes es posible obtener ya resultados. Una de las claves es probar los sistemas y detectar fallos durante la producción sin pararla.

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