El Santander condicionará su política de créditos al impacto medioambiental
El presidente del Santander Central Hispano, Emilio Botín, presentó ayer en Salamanca un nuevo plan de responsabilidad social corporativa, una de cuyas claves es el control del riesgo medioambiental de los proyectos empresariales a los que preste financiación.
Emilio Botín aclaró que el banco no penalizará el tipo de préstamo a la sociedad en cuestión, pero sí lo someterá a un control previo. Además, exigirá a todos sus proveedores un compromiso social y medioambiental que acredite el cumplimiento de los principios del Pacto Mundial de Naciones Unidas, al que el banco se ha adherido este año.
Esta adhesión al pacto, el control medioambiental en los créditos y el compromiso a los proveedores forman parte de las nueve medidas de este plan, que se completa con la creación de un departamento para coordinar la aplicación del plan, medidas de conciliación de trabajo y familia, acciones de formación en responsabilidad social o desarrollo de marketing social, entre otras cosas.
Todas estas medidas fueron aprobadas por el consejo de administración celebrado el pasado 28 de octubre, en el que se decidió que toda la política medioambiental del grupo dependerá del consejo de administración y se aprobó que la dirección de riesgos amplíe y sistematice su análisis de impacto medioambiental en todas las operaciones de crédito a clientes. En todos los casos serán objeto de evaluación los parámetros medioambientales relevantes y los sistemas de análisis serán acordes con las más avanzadas líneas de actuación en esta materia (environmental credit risk assesment).
El nuevo departamento de responsabilidad social corporativa informará trimestralmente a la comisión ejecutiva y al consejo de administración de su actividad. Uno de los objetivos del SCH es figurar entre los principales índices de empresas socialmente responsables, del que ya forman parte Deutsche Bank, Ing Group o Credit Suisse.
El banco destinó el año pasado a acción social 48,3 millones de euros, el 1,94% del beneficio atribuido. Para finales de este ejercicio prevé alcanzar los 42 millones, frente a los 34 millones del pasado, en los proyectos más importantes: inversión en universidades, el portal hispanoamericano Universia y la Biblioteca virtual Miguel de Cervantes. Para el próximo año, el plan aún no tiene presupuesto.
Botín aseguró que se trata de una inversión estratégica que, en general, beneficia a las empresas por tres motivos: 'el inversor premia a las empresas socialmente responsables porque el cliente demanda una actuación socialmente responsable a las empresas y porque motiva a los empleados'.
'Lo importante no es el coste, sino el retorno de esa inversión que crea valor para la sociedad y para la empresa'. 'Es algo más que una moda', aseguró. De hecho, otras entidades, como el BBVA, ya han presentado iniciativas similares.
Seguir en Latinoamérica
Por otra parte, el presidente del Santander Central Hispano, Emilio Botín, se mostró ayer en claro desacuerdo con la medida incluida en el borrador de Código de Sociedades Mercantiles que prevé un límite de edad de 70 años para los miembros del consejo de administración. Dicho tope, similar al que recoge la Ley Financiera para las cajas de ahorros, afectaría a varios presidentes de entidades bancarias, entre ellos al propio Botín.
'¿Por qué no poner un límite de 40 años para abajo?', ironizó Botín. El presidente del Santander acaba de cumplir 68 años de edad y en la última junta de accionistas del grupo eliminó el límite que recogían los estatutos de la entidad para poder permanecer en el cargo.
Además, Botín rechazó que el banco se esté retirando de Latinoamérica ante la mala coyuntura económica. 'No nos estamos yendo, sino reestructurando el negocio'.
En cuanto a la posibilidad de que la entidad decida separar la actividad de banca de inversión del resto, el presidente del SCH consideró que 'esto no es un problema en el banco, ya que la actividad es fundamentalmente comercial'.