Críticas para la autoridad europea y alabanzas a la estadounidense
Algunos expertos alertaban el miércoles que si la Fed se decidía por un recorte de 50 puntos básicos en contra de los 25 esperados por el consenso del mercado, podría ser un indicador de fuerte debilidad de la economía estadounidense. Un día después, los halagos a la acción agresiva de la autoridad monetaria estadounidense inundaban el mercado. Por el contrario, la acción del BCE de dejar invariable el precio del dinero disgustó a muchos.
Según los analistas de Safei, la decisión de la Fed es un 'golpe de efecto', ya que no parece tan claro que esta acción vaya a estimular el consumo vía acceso a una menor financiación, ya de por sí barata con los tipos al 1,75%. Merrill Lynch, por su parte, apuntaba en una nota que con la decisión de ayer la Fed despeja ya cualquier incertidumbre sobre futuras rebajas de tipos y muestra su disposición a actuar con la política monetaria siempre que sea necesario.
El 'orgullo' del BCE
Si la imagen de la Fed se presenta como un ejemplo de consenso, decisión y flexibilidad, la del BCE roza todo lo contrario. Algunos expertos, como el estratega para Europa de BNP David Thwaites, denotaron en la acción del BCE cierta actitud de orgullo y la necesidad de desligarse de las decisiones de la Reserva Federal con el fin de mantener su independencia.
Otros, como el economista de Credit Suisse First Boston James Callow, consideran que nada ha cambiado en dos sesiones para que la autoridad monetaria europea se vea ahora presionada a bajar los tipos sin esperar a tener mayores argumentos desde el punto de vista de la inflación y los salarios. Callow también destaca que con esta decisión el BCE sigue presionando a Alemania e Italia para que mantengan su disciplina fiscal.