Giscard d'Estaing afirma que la adhesión de Turquía supondría "el fin" de la UE
Once días después de la rotunda victoria electoral de los islamistas moderados en Ankara, el presidente de la Convención sobre el futuro de Europa, el francés Valéry Giscard d'Estaing, ha roto la moderación y la cautela que ha presidido las declaraciones de los Quince sobre la cuestión turca. El ex presidente francés ha sorprendido por su rotundo rechazo a la futura adhesión de este país, candidato desde 1987 y que reclama ahora con el apoyo de EE UU una fecha para su entrada al ser excluida de la primera remesa, por que a su juicio supondría "el fin de la Unión Europea" (UE).
En una entrevista al diario Le Monde, señala que "Turquía es un país cercano a Europa, un país importante, pero no es europeo", al tiempo que argumenta que "su capital no está en Europa" y que "tiene el 95% de su población fuera de Europa". En caso de adhesión, subraya que este país "sería el mayor Estado miembro" de la UE, con 66 millones de habitantes, por lo que dispondría "del grupo parlamentario más numeroso en el Parlamento Europeo".
"Nunca se lo hemos dicho a los turcos"
El presidente de la Convención lamenta que se haya mantenido un lenguaje ambiguo respecto a esta cuestión: "La mayoría de los miembros del Consejo Europeo se han pronunciado en realidad en contra [de la adhesión de Turquía], pero nunca se lo hemos dicho a los turcos". Considera que no se puede discutir, tal y como se hace respecto a la legislación interna de la Unión, "sobre cuestiones extremadamente sensibles de la vida cotidiana europea y decir que algunos temas se extenderán a países que tienen otra cultura, otra percepción, otro modo de vida".
En una entrevista que publica hoy EL PAIS, el presidente de la Comisión, Romano Prodi, deja en el aire si el ingreso de Turquía se convertirá un día en realidad, pero advierte de que "si no hay diálogo con Turquía, habrá una tragedia". Para prodi, "si "urquía cumple los criterios políticos y económicos fijados en la cumbre de Copenhague en 1992, se puede negociar. Turquía ha hecho muchos avances en su legislación, pero debe aún completar el proceso de reformas y, sobre todo, debe aplicarlas". En todo caso, parece que las aspiraciones turcas, que acusa a la UE de ser un clun cristiano, no se verán colmadas este año, pero en la cumbre europea de diciembre, en Copenhague, los Quince ofrecerán un "horizonte temporal" al respecto, según fuentes oficiales del Consejo y de varias representaciones permanentes en Bruselas.