El fracaso en formar un nuevo Gobierno fuerza a Sharon a adelantar las elecciones
El primer ministro israelí, Ariel Sharon, anunció ayer la convocatoria de elecciones anticipadas, ante la imposibilidad de formar un Gobierno con la ultraderecha. Los comicios estaban fijados para octubre de 2003. Aunque fuentes oficiales señalaron que las elecciones se harán el 28 de enero, la fecha se fijará hoy.
'Lo que menos necesita Israel ahora son unas elecciones, pero el chantaje político de la ultraderecha no me ha dejado otra opción', declaró Sharon tras reunirse con el presidente del país, Moshe Katsav. Sharon acusó de 'irresponsables' a los laboristas, que dimitieron la semana pasada del Gobierno y han precipitado la crisis. El ex ministro de Defensa y líder laborista, Benjamin Ben Eliezer, respondió que nunca un primer ministro 'disfrutó de tantos apoyos y nunca hizo tan poco' en los 20 meses que ha durado el Gobierno. Los tres retos de la Administración israelí son el conflicto con los palestinos, la grave crisis económica y la inminencia del ataque a Irak.
Los laboristas renunciaron el miércoles pasado ante la negativa de Sharon de recortar en unos 150 millones de euros el presupuesto destinado a los asentamientos de colonos. Sharon intentó evitar los comicios incluyendo en el Gobierno al partido ultraderechista Unión Nacional Israel-Beitenu. Pero los radicales exigieron una política más agresiva contra los palestinos y un apoyo incondicional a los asentamientos.
El jefe del Gobierno rechazó esas pretensiones: 'No haré nada para cambiar nuestra relación con EE UU, ni tampoco cambiaré las líneas básicas del Gobierno', declaró ayer Sharon. Una radicalización del conflicto con los palestinos sentaría muy mal en Washington, inmerso en plena crisis contra Irak.
El Ejecutivo de transición incluirá al ex primer ministro Benjamin Netanyahu como ministro de Exteriores. Netanyahu rechazó inicialmente la cartera y la condicionó a la convocatoria de elecciones anticipadas. Sharon, que competirá contra Netanyahu en las primarias para liderar el Likud, ha terminado aceptando el nombramiento de su rival.