Bilore cede la gestión a la consultora 3A para intentar superar su crisis
La entrada de 3A en la dirección de Bilore no ha despejado, de momento, las incógnitas sobre la continuidad del actual equipo de gestión, liderado por el presidente José Antonio Marín y por el director general Manuel Luque, que asimismo es accionista del fabricante de detergentes de Zaldibia (Guipúzcoa). Por parte de la consultora, uno de sus socios, Javier Arbiza, se convierte en el nuevo director general de Bilore. Su primera medida, ante la crisis que afecta al fabricante vasco de detergentes, puede ser la próxima presentación de un expediente de regulación de empleo para los 280 trabajadores del centro vasco. Otra de las plantas de Bilore, la de Lucena (Córdoba), ya se ha visto sometida a esta medida, que en su caso afecta actualmente a medio centenar de personas.
La consultora 3A, cuya denominación se inspira en la primera letra del apellido de sus tres accionistas, que es la primera vocal, ya está especializada en el diseño de planes de futuro para empresas en dificultades.
Solac
Sin salir del País Vasco, 3A diseñó el relanzamiento inicial del fabricante alavés de pequeños electrodomésticos Solac. En esa ocasión, 3A anunció que Solac debía negociar con sus acreedores una quita de la deuda del 80% (Solac suspendió pagos con un pasivo superior a 54 millones) y que tenía que cerrar una de sus fábricas, la situada en Eibar. Finalmente, Solac consiguió una quita del 70% y mantener operativo el centro de Eibar.
El expediente de regulación de empleo para las instalaciones de Zaldibia de Bilore pudiera extenderse durante los próximos dos o tres meses. Esta fábrica vasca tiene en marcha otro conflicto laboral, el que supone el despido de 53 trabajadores. Los sindicatos negocian estos días dos soluciones, ambas impulsadas por la central CC OO. Una de ellas implica su reincorporación a la compañía y otra, la negociación de una indemnización para su salida definitiva.
Bilore cuenta además con otra fábrica, esta situada en Haubourdin (Francia), que fue adquirida a Unilever cuando Manuel Luque era el máximo responsable de la gestión de la sociedad vasca y que aporta el 52,5% del negocio del grupo vasco. Haubourdin, que tiene 192 empleados, fue integrada en Bilore como una estrategia de la compañía vasca para la extensión de sus actividades por el norte de Europa.
Fuera de España, donde trabaja activamente en el mercado de marcas blancas para las multinacionales de grandes superficies de la distribución, Bilore también exporta al mercado de Latinoamérica, que fue uno de los objetivos comerciales que se marcó Manuel Luque para consolidar el crecimiento de la compañía.
Sin junta
Por otro lado, Bilore suspendió a finales del mes pasado la celebración de una junta extraordinaria de accionistas que debía haber ratificado la puesta en marcha de una ampliación de capital de más de un millón de euros, necesaria para fortalecer el balance de la compañía, que el pasado año registró unas pérdidas superiores a los 4,2 millones de euros.
La empresa suspendió la celebración de la junta por 'los episodios de coacción y violencia que no permiten garantizar el libre ejercicio de los derechos sociales'.
Se da el caso de que los trabajadores de la química vasca forman parte de su capital, donde llegaron a controlar en torno a un 10%. Sucesivas ampliaciones de capital que no fueron suscritas por los empleados dejaron esa presencia por debajo del 8%. El control accionarial sigue en manos de las familias de los fundadores de la compañía, que ha cumplido 100 años de actividad.
Además, el Gobierno vasco figura como accionista con más de un 15% a través del fondo público de capital riesgo Ezten. Luque tiene el 3%.