El retorno de los inversores a Brasil hace subir el real y caer el riesgo-país
Los inversores que abandonaron los activos brasileños ante los temores desatados por la previsible llegada al poder del Partido de los Trabajadores (PT) comienzan a volver al país. Así lo aseguraban ayer diversos corredores de la Bolsa de São Paulo, que atribuían precisamente la recuperación del real y la caída del riesgo-país a este retorno de capitales.
Esta recuperación de los indicadores financieros de Brasil reduce las presiones sobre la financiación de la deuda. Pero la cautela de los inversores sigue en el aire.
¢El mercado está en fase de descompresión del estrés preelectoral, pero está lejos de haber iniciado una tendencia firme. Un paso equivocado [por parte de Lula] y este momento de tranquilidad terminará con un derrumbamiento¢, aseguraba Celso Senise, director de Banval.
El mercado espera con ansiedad las directrices que marque Lula para la política económica y el nombramiento de los integrantes del equipo económico. La prensa brasileña se hacía eco ayer de los rumores que apuntan a Antonio Palocci, encargado por Lula de dirigir al equipo de transición, como próximo ministro de Economía.
Con todo, el deterioro de la divisa brasileña en los últimos meses ha impulsado el comercio exterior brasileño. La balanza exterior logró en octubre un superávit de 2.204 millones de dólares, fruto de unas exportaciones por 6.474 millones (un 29,4% más que en octubre de 2001) y unas importaciones por 4.270 millones de dólares (un 10,2% menos). El saldo acumulado a octubre arroja un superávit de 10.060 millones de dólares. Pese a la espectacularidad de las cifras, los datos esconden la debilidad de la demanda interna (las importaciones han caído un 17,4% este año) y una caída del valor de los productos exportados del 5,5% en los 10 primeros meses fruto de la depreciación del real.
Los analistas consideran que la situación económica está condicionada, por completo, por la evolución de la situación política. Y ayer surgieron nuevas señales de inquietud en este aspecto.
El Gobierno de Fernando Henrique Cardoso anunció ayer que hoy pondrá a la venta el 17,8% del capital del Banco do Brasil, operación con la que espera recaudar unos 1.300 millones de reales (375 millones de euros). La institución es la mayor del país por su volumen de activos y después de la operación, que finalizará el día 22, el Estado tendrá el 60,9% de capital en sus manos.
Lo más discutido del anuncio es el rechazo del PT a la operación, cuando el propio Cardoso se comprometió a consultar todas las decisiones importantes que deba tomar el Gobierno saliente hasta que asuma el poder el nuevo Ejecutivo, el 1 de enero de 2003. ¢Creemos que no es el mejor camino para deshacerse de otro patrimonio. Este Gobierno ya privatizó el 76% del patrimonio público¢, aseguró Aloisio Mercadante, asesor económico de Lula.
Tras estas declaraciones, la Bolsa cambió su tendencia y pasó a números rojos.