_
_
_
_
_

Un segundo pensamiento

Los bálticos tienen un doble pensamiento sobre su adhesión a la Unión Europea. Andrea Liedskalna, una vendedora de frutas en Letonia tiene miradas preocupantes estos días. Mientras la nieve temprana cae sobre el mercado, Liedskalna ofrece descuentos en sus imperfectas manzanas (...). La situación parece muy alejada de las altas políticas que se llevan a cabo en Bruselas y de la expansión de la UE. Pero estas tensiones representan las principales de líneas de batalla para las mentes y los corazones de las personas del Báltico, muchas de las cuales se cuestionan por qué deben abandonar la independencia que ganaron a los soviéticos para engancharse a otra unión (...). Uno Silberg, líder en Estonia del Movimiento No a la UE asegura que 'la UE es sólo otro superpoder que pretende ocuparnos. En esta ocasión, en vez de mover el oeste desde Moscú, mueve el este desde Bruselas'. Hasta el momento, los euroescépticos como Silber parecen representar una pequeña porción de la población. Pero han logrado hacerse oír (...). Los críticos de la UE en Estonia (...), que han pasado por algunas de las más radicales reformas del mercado libre, admiten que se han dado la vuelta muchos de sus avances económicos (...). Al final habrá una postura de quienes apoyan la invasión de arraigadas características nacionales que eventualmente pueden decidir la salida. 'Los bálticos son bastante escépticos sobre todo', asegura Andrus Saar. En otras palabras, los miembros de la UE pueden mirar e invitar a tan exquisitas manzanas y limones en el mercado. Pero muchos podrían, de pronto, elegir una familiar y segura opción, un tanto distinta.

Archivado En

_
_