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'Telecos'

Problemas para operar como móvil virtual

Tele2 negocia con los reticentes operadores españoles para poder competir en servicios de telefonía móvil aun sin tener una red propia

La regulación de los operadores móviles virtuales (OMV) ha visto la luz en nuestro país en marzo de 2002. Sin embargo, no ha sido hasta finales de julio cuando la primera compañía, Tele2, ha obtenido la licencia habilitante correspondiente de tipo A2. Los OMV son una figura considerada básica para abrir el mercado de la telefonía móvil a la competencia durante la anterior etapa del Ministerio de Ciencia y Tecnología. El equipo de Anna Birulés decidió decantarse por la competencia en servicios en lugar de la competencia en redes. La competencia en red significaba conceder nuevas licencias de telefonía móvil, una opción que fue finalmente desechada.

'El mercado europeo de telefonía móvil ha evolucionado en la dirección de los OMV y pensamos que el mercado español lo hará también', señala Jean Donadieu, de Lavit, director general de Tele2 España. En Europa ya hay OMV funcionando en Dinamarca, Reino Unido y Holanda, y se están preparando lanzamientos en Alemania, Austria, Suecia y Noruega. En España cualquier compañía puede solicitar una licencia A2 ante la CMT (Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones). Hasta el momento sólo Tele2 ha obtenido una licencia A2 de OMV, aunque la CMT ya está estudiando otra solicitud de otra compañía, cuyo nombre todavía no quiere desvelar.

Las licencias de OMV conllevan una serie de derechos y obligaciones y tienen una vigencia de 20 años prorrogables. Un OMV tiene derecho a que le asignen bloques de numeración y códigos de red móvil y también derecho de interconexión a otras redes públicas. No es necesario que cubran todo el territorio nacional -como les ocurre a los operadores móviles- ni que alcancen a toda la población. Un OMV está obligado a disponer de una red de soporte de servicio con elementos propios de gestión de abonado, medios de conmutación y de transmisión, además de capacidad para la provisión de acceso a sus abonados.

La experiencia europea demuestra que las compañías que controlan la red, tras un rechazo inicial, terminan negociando con los operadores virtuales

Esto significa que el monto de las inversiones requeridas para operar con una licencia A2 desanima a muchas compañías. Dichas inversiones en infraestructuras se estiman entre 60 y 80 millones de euros. Es por ello que operadores de telefonía fija (como los B1 y A1) están en una posición de ventaja, porque ya cuentan con muchas de esas infraestructuras.

Tele2 es uno de esos operadores de telefonía fija que opera en España desde febrero de 2001. A pesar de que ha obtenido una licencia de OMV, todavía se encuentra en conversaciones con todos los operadores móviles para llegar a un acuerdo. Y es que no basta con tener en la mano una licencia A2 de OMV. Para que sirva de algo es necesario pactar con al menos un operador móvil. Y esto lleva su tiempo porque los operadores móviles se resisten. Fuentes de los propios operadores móviles vienen manifestando que sólo se dejarán tentar por propuestas con 'una aportación de valor añadido a lo que existe actualmente en el mercado de telefonía móvil'.

Para Jean Donadieu, de Tele2, 'es un proceso de maduración' dirigido a la firma de 'un acuerdo ventajoso para las dos partes'. 'Por nuestra experiencia en otros países donde somos OMV, sabemos que estas conversaciones son lentas, pero que, una vez que se llega a un acuerdo, éste se implementa rápidamente y el servicio se lanza comercialmente en un plazo corto', agrega Donadieu.

Aunque los implicados son reacios a comentar los detalles de las negociaciones, en el mercado se conocen cuáles son los aspectos más espinosos de este tipo de acuerdos. Uno de ellos es en manos de qué compañía va a estar el control de la tarjeta SIM que va dentro de la terminal móvil. Otro es cuántos serán y dónde estarán los puntos de interconexión a la red del operador móvil. También es un aspecto clave acordar si el operador móvil va a predeterminar el precio al usuario final o si, por el contrario, el OMV va a tener libertad para fijarlo.

En las negociaciones con los operadores móviles, Tele2 les está exponiendo una serie de ventajas: 'El OMV le genera ingresos significativos y continuados, independientemente de la incertidumbre sobre el futuro negocio de datos, como GPRS o UMTS', comenta Jean Donadieu, que añade: 'No le genera costes de marketing ni venta, y le rebaja la tasa de clientes que se van a la competencia'. Los acuerdos entre operadores móviles y OMV son a largo plazo y sirven para utilizar infraestructuras parcialmente rentabilizadas.

Es cierto que según la legislación española los operadores móviles no están obligados a llegar a un acuerdo con los nuevos operadores que no cuentan con sus propias infraestructuras. Si se valora la experiencia en otros países europeos, se prevé que la resistencia inicial de los operadores móviles que controlan la red termine cediendo. Ahora bien, muchos analistas apuntan a que la entrada en el mercado de la telefonía móvil de los OMV no va a suponer verdaderas rebajas de precios para los consumidores. Lo más probable es que los operadores virtuales presenten simples ofertas complementarias, así como que surjan algunas aplicaciones de nicho o servicios muy específicos.

Para Tele2 resulta esencial ofrecer un paquete completo de servicios de telecomunicaciones a sus clientes: telefonía fija, móvil e Internet. Su oferta como OMV va a dirigirse fundamentalmente a usuarios residenciales. No obstante, su política de precios va a ser menos agresiva que la de la telefonía fija. Para finalizar, el director general de Tele2 España le pediría al regulador 'que haga un seguimiento del avance de las negociaciones entre OMV y operadores móviles, y que ayude a hacer entender que los OMV pueden contribuir a dinamizar la industria, tanto por el lado de la demanda como de la oferta'.

Reventa, el otro negocio en servicios sin red

La reventa es la otra cara de la competencia en servicios. En nuestro país la CMT ha concedido unas 140 autorizaciones provisionales de reventa. Sin embargo, la propia CMT no dispone de datos acerca del volumen de facturación que mueven los negocios dedicados a la reventa. Actualmente, se calcula que existe un centenar de servicios de reventa en la telefonía fija, algo más de 30 son de reventa de servicios telefónicos móviles, y media docena, de reventa del servicio telefónico con medios de conmutación. La Secretaría de Estado de Telecomunicaciones ha venido otorgando estas autorizaciones desde septiembre de 2000. La reventa supone la mera comercialización del servicio telefónico prestado por un operador con licencia, que lo vende a una compañía con autorización provisional; esta última lo ofrece al usuario final cargando un margen. Para ser revendedor no hace falta tener ninguna infraestructura, salvo en las autorizaciones con medios de conmutación. Los revendedores no son operadores, sino simples prestadores de servicios; no tienen derecho a numeración ni de interconexión y acceso a otras redes públicas. La experiencia en la reventa de servicios móviles ha sido bastante negativa, ya que la inmensa mayoría de las compañías con autorizaciones provisionales no ha podido revender ni un solo minuto de telefonía móvil. La razón es que no han conseguido llegar a un acuerdo con ninguno de los operadores móviles. La excepción es Abbla Mobile, que sí lo ha logrado, pero que no desea hacer público con qué operador. Fuentes de algunas de las compañías que cuentan con autorizaciones provisionales de reventa de servicios móviles apuntan que los tres operadores móviles se han cerrado en banda y se han negado a establecer ningún tipo de acuerdo con ellos. Algunos llevan intentando negociar desde 1998 sin éxito.

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