Crisis de gobierno en Israel tras la dimisión en bloque de los laboristas
La dimisión en bloque del Partido Laborista provocó ayer el colapso del Gobierno de unidad nacional en Israel. El líder laborista, el ministro de Defensa, Benjamin Ben Eliezer, decidió abandonar el Gobierno después de que el primer ministro israelí, Ariel Sharon, se negase a recortar 700 millones de shekels (unos 150 millones de euros) del Presupuesto de 2003 destinados a los asentamientos de colonos judíos y desviarlos a otros gastos sociales. Tras Eliezer dimitieron el ministro de Exteriores, Simon Peres, y los otros cinco ministros laboristas.
El Ejecutivo liderado por Sharon ha durado 19 meses. El premier buscará el apoyo momentáneo de la ultraderecha para mantener la gobernablidad. Pero la convocatoria de elecciones anticipadas se perfila como la única salida a la crisis.
El Presupuesto pasó ayer la primera lectura en el Parlamento por 67 votos a favor, 47 en contra y dos abstenciones. Con el voto en contra de los laboristas, que tienen 25 escaños, los ocho diputados de la coalición ultraortodoxa Unión Nacional-Israel Betenu fueron clave para aprobar el Presupuesto. Los radicales ya han anunciado que su futuro apoyo está condicionado a un respaldo total a los asentamientos.
Unos 200.000 judíos viven en los asentamientos localizados en Palestina, que son considerados ilegales por los observadores internacionales y representan además una fuente de continuos conflictos con los palestinos.