Fabricantes y distribuidores se unen para afrontar las crisis alimentarias
Las empresas del sector de la alimentación tienen muy claro que las crisis alimentarias existen, que van a seguir existiendo y que lo único que puede hacerse frente a ellas es adoptar una política de prevención y, sobre todo, actuar de forma coordinada para minimizar su impacto.
æpermil;ste es el espíritu del manual de gestión que fue presentado ayer y que ha sido redactado por las principales empresas del sector con la colaboración de cuatro asociaciones, FIAB, Anged, Asedas y Aecoc. Según explicó Juan Manuel González Serna durante la presentación, se trata de una iniciativa 'pionera' en el mundo cuyo objetivo es fijar las actuaciones que deben llevar a cabo las empresas afectadas por una situación de este tipo para minimizar los efectos de la crisis. 'Nadie está libre de riesgos y nadie va a sacarnos las castañas del fuego ante ellos', señaló González Serna.
El documento, que ha tardado dos años en gestarse, es voluntario y no sustituirá a los manuales internos de las compañías, sino que está pensado para coordinar la actuación ante emergencias que impliquen a más de una. Entre sus principios figura la actuación coordinada del sector en los casos de emergencia, el compromiso de no usar las crisis como apoyo para acciones de marketing que puedan agravarlas y el establecimiento de un sistema de comunicación conjunto que impida a las empresas hacer manifestaciones sobre terceras empresas sin haber sido autorizadas.
Como ejemplo de esta política de actuación común, se prevé la creación de un comité especial de crisis que afecten a varias compañías o la puesta en marcha de un numero 900 para atender peticiones de información.
Según explicó el presidente del comité de seguridad alimentaria de Aecoc, el sistema se ha completado con la creación del ârgano Permanente para la Seguridad Alimentaria (OPSA), encargado de coordinar las actuaciones y de servir de interlocutor entre las empresas y la Administración.
Durante la presentación intervino la presidenta de la Agencia de Seguridad Alimentaria, María Neira, quien dejó claro que este organismo 'no admitirá ninguna claudicación en materia de seguridad', pero tendrá en cuenta los intereses económicos de las empresas a la hora de tomar decisiones.