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MICHAEL HILTI

"La clave es persistir en tu estrategia cuando hay problemas"

La familia Hilti vende material utilizado por los profesionales de la construcción. Desde taladradoras hasta clavos. Tantos como para que su actual presidente, Michael Hilti, 56 años, haya sido incluido en la lista Forbes de los 500 hombres más ricos del mundo.

Su padre fundó la empresa en 1941 y él ocupó la presidencia en 1994. El año pasado obtuvo unos beneficios de 177,4 millones de euros. Además la compañía, en la que trabajan más de 14.000 personas, tiene 1.360 millones de euros invertidos en Bolsa, controlados por un trust familiar. A pesar de la recesión económica y el varapalo de los mercados el presidente se muestra confiado.

Pregunta. La demanda de productos de Hilti habrá descendido con la recesión de la economía mundial.

Respuesta. Evidentemente. Sin embargo, en tiempos difíciles se pueden encontrar nuevos nichos de mercado. En comparación con nuestros competidores no lo estamos haciendo mal.

P. Pero los beneficios de la compañía van a estar este año al nivel de 1998 o 1997.

R. Hay que tener en cuenta la desaceleración económica que vivimos. Sin embargo, no hemos paralizado ningún proyecto.

P. También van a sufrir mucho los ingresos financieros de la compañía.

R. Los analistas dicen de Hilti que es mitad banco mitad compañía industrial. Bien, somos una empresa industrial con considerables negocios financieros. En estos momentos, si tienes inversiones financieras, sufres. Pero si queremos ser independientes tenemos que ser fuertes financieramente. Estamos en un momento difícil, pero no estoy nervioso porque nuestras bases son sólidas.

P. En los principales mercados de la empresa, Estados Unidos y Europa, las empresas y los mercados sufren de forma especial la recesión. ¿No está preocupado?

R. Lo que diferencia a una buena empresa de una que no lo es radica en que las buenas compañías siguen la estrategia que se han marcado, con todo el poder posible y de forma persistente. Otros definen una estrategia y cuando hay problemas la reescriben, echan al presidente, crean otra estrategia y al final no consiguen sus objetivos. La clave es la persistencia. Hay empresas que cuando hay problemas abandonan, como en Argentina o Rusia. Nosotros no. Quizá perdamos dinero, pero permanecemos en los mercados en los que tenemos una estrategia. Esos países lo valoran. No estamos preocupados.

P. Los analistas critican que su compañía no muestre los informes financieros de todas sus divisiones.

R. Responde a una cuestión obvia. Si lo hiciéramos daríamos demasiada información a nuestros competidores.

P. También critican la estructura accionarial de la empresa, en manos de la familia Hilti.

R. En 1980 creamos un trust familiar para proteger la compañía de posibles compras. No somos una empresa de gran interés para inversores individuales.

P. Hilti sólo vende a profesionales del sector de la construcción. ¿No han pensado tratar de ganarse el mercado de los no profesionales?

R. No. Nuestros clientes son profesionales de calidad. Estamos comprometidos con ellos. Si intentas ir a dos públicos te comprometes en cosas que quizá no puedas cumplir.

P. Hilti es una empresa familiar. ¿Ha pensado en el momento de la herencia?

R. Es un tema muy serio. Un paso muy crítico. Lo fue cuando yo pasé a presidente. Es muy importante para la gente con la que trabajamos que sepan que el negocio no depende de la familia Hilti. Si yo hubiera hecho mal las cosas me podrían haber despedido. Algunos esperan demasiado tiempo a dejar su cargo.

P. Es posible entonces que el próximo presidente de Hilti no sea un Hilti.

R. No es que sea posible, es seguro que no lo va ser.

La familia Hilti vende material utilizado por los profesionales de la construcción. Desde taladradoras hasta clavos. Tantos como para que su actual presidente, Michael Hilti, 56 años, haya sido incluido en la lista Forbes de los 500 hombres más ricos del mundo.

Su padre fundó la empresa en 1941 y él ocupó la presidencia en 1994. El año pasado obtuvo unos beneficios de 177,4 millones de euros. Además la compañía, en la que trabajan más de 14.000 personas, tiene 1.360 millones de euros invertidos en Bolsa, controlados por un trust familiar. A pesar de la recesión económica y el varapalo de los mercados el presidente se muestra confiado.

Pregunta. La demanda de productos de Hilti habrá descendido con la recesión de la economía mundial.

Respuesta. Evidentemente. Sin embargo, en tiempos difíciles se pueden encontrar nuevos nichos de mercado. En comparación con nuestros competidores no lo estamos haciendo mal.

P. Pero los beneficios de la compañía van a estar este año al nivel de 1998 o 1997.

R. Hay que tener en cuenta la desaceleración económica que vivimos. Sin embargo, no hemos paralizado ningún proyecto.

P. También van a sufrir mucho los ingresos financieros de la compañía.

R. Los analistas dicen de Hilti que es mitad banco mitad compañía industrial. Bien, somos una empresa industrial con considerables negocios financieros. En estos momentos, si tienes inversiones financieras, sufres. Pero si queremos ser independientes tenemos que ser fuertes financieramente. Estamos en un momento difícil, pero no estoy nervioso porque nuestras bases son sólidas.

P. En los principales mercados de la empresa, Estados Unidos y Europa, las empresas y los mercados sufren de forma especial la recesión. ¿No está preocupado?

R. Lo que diferencia a una buena empresa de una que no lo es radica en que las buenas compañías siguen la estrategia que se han marcado, con todo el poder posible y de forma persistente. Otros definen una estrategia y cuando hay problemas la reescriben, echan al presidente, crean otra estrategia y al final no consiguen sus objetivos. La clave es la persistencia. Hay empresas que cuando hay problemas abandonan, como en Argentina o Rusia. Nosotros no. Quizá perdamos dinero, pero permanecemos en los mercados en los que tenemos una estrategia. Esos países lo valoran. No estamos preocupados.

P. Los analistas critican que su compañía no muestre los informes financieros de todas sus divisiones.

R. Responde a una cuestión obvia. Si lo hiciéramos daríamos demasiada información a nuestros competidores.

P. También critican la estructura accionarial de la empresa, en manos de la familia Hilti.

R. En 1980 creamos un trust familiar para proteger la compañía de posibles compras. No somos una empresa de gran interés para inversores individuales.

P. Hilti sólo vende a profesionales del sector de la construcción. ¿No han pensado tratar de ganarse el mercado de los no profesionales?

R. No. Nuestros clientes son profesionales de calidad. Estamos comprometidos con ellos. Si intentas ir a dos públicos te comprometes en cosas que quizá no puedas cumplir.

P. Hilti es una empresa familiar. ¿Ha pensado en el momento de la herencia?

R. Es un tema muy serio. Un paso muy crítico. Lo fue cuando yo pasé a presidente. Es muy importante para la gente con la que trabajamos que sepan que el negocio no depende de la familia Hilti. Si yo hubiera hecho mal las cosas me podrían haber despedido. Algunos esperan demasiado tiempo a dejar su cargo.

P. Es posible entonces que el próximo presidente de Hilti no sea un Hilti.

R. No es que sea posible, es seguro que no lo va ser.

Tres décadas en España

El presidente del grupo Hilti estuvo la semana pasada en España con motivo de los 30 años que cumple la empresa en el país. Si en Liechtenstein Michael Hilti no pasa desapercibido en ningún lugar, en España puede pasear tranquilamente sin que nadie le reconozca. La empresa no es una marca conocida por el público en general, a pesar de vender sus herramientas en 42 tiendas repartidas por toda la geografía española y poseer un centro de distribución en Alcalá de Henares (Madrid). La única publicidad que hace la compañía son los anuncios que inserta en el diario Marca. Sus clientes son especialistas de la construcción y la empresa no aspira a ir más allá. 'Los profesionales de la construcción sí que nos conocen, no necesitamos más', comentan en la división española. A pesar de que en los dos últimos años Hilti ha registrado una caída de los beneficios, en España, donde emplea a 545 trabajadores, ha obtenido buenos resultados gracias al tirón imparable de la construcción. El año pasado registró una facturación de 96,7 millones de euros y el beneficio creció un 2% mientras que las ganancias del grupo se redujeron en 2001 y para este año la compañía ya ha advertido que los ingresos serán considerablemente más bajos que el año pasado. Michael Hilti considera que su compañía 'aún puede ganar cuota de mercado en España'.

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