El sector turístico dejó de ingresar 1.072 millones hasta septiembre, según Exceltur
La industria turística considera que a pesar del aumento de turistas del 0,8% durante el verano, la rentabilidad del negocio no ha despegado, según se desprende del informe de Exceltur correspondiente a la temporada estival. De hecho, el sector ha dejado de ingresar 1.072 millones de euros desde enero hasta septiembre, según dijo ayer el vicepresidente de Sol Meliá, Sebastián Escarrer, quien explicó que las causas 'hay buscarlas en la caída del gasto medio del turista, que se sitúa en 698 euros frente a los 728 euros del pasado año'. Además, Escarrer puntualizó que 'los hábitos del cliente han variado: utiliza más los establecimientos no reglados, más numerosos en zonas como Baleares, prefiere el transporte por carretera y reduce su estancia media a 3,7 días frente a los 3,9 de 1999'.
Escarrer añadió que el mercado español sufre porque 'está perdiendo competitividad frente a Turquía y Croacia, aunque señala que tiene mejor comportamiento que otros como Chipre, Malta, Egipto o Túnez'.
En cuanto a los precios hoteleros, Exceltur no se pone de acuerdo con los publicados por el INE. Mientras que este organismo refleja continuos incrementos, Exceltur insiste en 'una moderación de los mismos'. El vicepresidente de Exceltur, José Luis Zoreda, dijo que 'el actual sistema que utiliza el INE no calcula con precisión la evolución de los precios ni refleja la realidad'. Escarrer informó de que 'hay un grupo de trabajo para colaborar con el organismo en la creación de mejores modelos que permitan identificar la situación'.
Para el presidente de la cadena hotelera Husa, Joan Gaspart, 'este año ha sido desconcertante, producto de la suma de varias razones, aunque estamos optimistas'. Según las previsiones extraídas de este estudio, la llegada de turistas de los cinco principales mercados emisores (Alemania, Reino Unido, Francia, Holanda e Italia) crecerá un 3% en 2002.
En el tercer trimestre del año, la opinión mayoritaria de los empresarios se basa en una caída de las ventas y de los beneficios y una contención de precios.