Las caídas de Europa no intimidan a Wall Street

La presión vendedora ha vuelto a los mercados. No obstante, los analistas y estrategas se apresuran a recalcar que los descensos son lógicos si tenemos en cuenta que los mercados han subido un 15%. Asimismo, subrayan que las Bolsas parecen haberse librado de gran parte del poso de pesimismo.

Algo de ello pudo verse ayer en Wall Street. El Dow cayó un leve xx% y el Nasdaq subió un xx%, a pesar de que las malas noticias pesaron sobre las positivas. Hubo recortes de recomendación, anuncios de nuevas investigaciones a firmas de inversión y advertencias sobre menores beneficios. 'Después de todo, los índices resisten relativamente bien. Un día como hoy en referencia a la sesión de ayer hubiera supuesto una caída superior al 3% en septiembre', aseguraba un operador de un banco neoyorquino. Precisamente eso fue lo que sucedió en Europa.

Citigroup fue ayer el mayor lastre para el Dow Jones después de que el fiscal de Nueva York anunciara que se reunirá con el presidente del banco para ampliar sus investigaciones sobre la entidad. De poco sirvió que el fiscal precisara que su intención no es inculpar al máximo mandatario del banco; el valor cedió el xx%. Por otro lado, Morgan Stanley emitió una nota negativa sobre las telecos, que se tradujo en caídas para SBC (+XX%), Verizon (+XX%) y Bell South (+XX%).

La notas positivas de la sesión fueron para Du Pont (+XX%) e International Paper (+XX%), ambas tras presentar resultados trimestrales mejores de lo previsto. Lo contrario que la farmacéutica Eli Lilly (-XX%).

Llegó la oleada vendedora y se llevó por delante a bancos, telecos, farmacéuticas y petroleras. Las Bolsas europeas sufrieron ayer un castigo notable, principalmente París (-4,13%) y Francfort (-4,45%), dos plazas azotadas por las caídas del sector financiero.

El Alemania, los malos resultados de HVB (-14,5%) y el anuncio de que esta entidad deberá aumentar las provisiones por morosidad contagiaron a otros valores del sector, como Deutsche Bank (-7,53%). La noticia arrastró también a los bancos franceses, y BNP y Société Générale cedieron un 6,94% y un 6,81%, respectivamente.

Por otro lado, Credit Suisse retrocedió un 8,13% al ser una de las entidades más expuestas a la firma de ingeniería ABB (-20,49%), que ya el martes cayó un 60% y se enfrenta al cierre de su negocio en EE UU por las denuncias relativas a sus productos fabricados con amianto.

Las petroleras europeas siguieron a la baja ante la relajación de las tensiones bélicas con Irak. El valor más afectado fue la francesa Totalfina (-3,63%). También en París destacaron los retrocesos de France Télécom (-9,46%) y Vivendi (-9,93%). Sobre la teleco pesaron las incertidumbres que genera el plan de ayuda que prepara el Gobierno para recapitalizar la compañía, mientras que Vivendi pagó con descensos sus intención de pujar frente a Vodafone por la toma de control de la operadora de móviles Cegetel.

El sector farmacéutico fue otro de los damnificados, con caídas del 6,31% para la británica GlaxoSmithKline, que anunció un beneficio inferior a lo esperado. La nota positiva en este grupo fue para la suiza Serono (+11,11%), cuyas ventas del trimestre fueron superiores a lo esperado.

La Bolsa brasileña consiguió su xx día de ganancias consecutivas. Ayer subió un xx%. Guste o no a los inversores, la victoria del candidato de izquierda Lula da Silva se da por hecho y la prima que ha pagado el Bovespa por este hecho está ya más que descontada.

Los inversores japoneses empiezan a perder la paciencia, lo que juega en contra de un mercado con graves problemas de credibilidad. La decisión tomada el martes por el Gobierno de no hacer público un informe sobre las reformas bancarias castigó duro a la banca. Mizuho Holdings, la mayor entidad del país, cedió un 6,86%, mientras que UFJ Holdings cayó un 5,78%. Aun así, el Nikkei subió el 0,29%.