Las malas cifras empresariales frenan el rebote bursátil
Los inversores encontraron ayer en las advertencias de menores ingresos de algunas empresas una buena excusa para vender. Aun así, la toma de beneficios fue mínima si tenemos en cuenta que las principales Bolsas mundiales han ganado una media del 15% en las últimas dos semanas.
La marcada tendencia bajista de Wall Street en la apertura arrastró a las plazas europeas. Aunque, a excepción de Francfort, los descensos del Nasdaq (-1,3%) y el Dow (-1,03%) fueron similares a los del Viejo Continente.
Algunos expertos apuntaban que las caídas pueden ser una constante en las próximas sesiones, a medida que vayan publicándose los resultados de las empresas de S&P 500. Otros analistas preferían resaltar la resistencia que están mostrando las Bolsas ante el desalentador panorama económico.
Las ventas se desataron en Wall Street después de que Texas Instruments recortara sus previsiones de beneficios para el cuarto trimestre. La compañía cayó un 16,94% y fue objeto de varios recortes de recomendación por parte de los principales bancos de inversión.
El retroceso más espectacular, provocado también por una advertencia de menores beneficios, fue el fabricante de videojuegos THQ, que cayó el 36,1%. Por el contrario, la teleco AT&T subió un 5,43% tras volver a la rentabilidad con los resultados del último trimestre. También apoyando al Dow, destacó el alza de Mc Donald's (+3,22%), cuyos beneficios estuvieron en línea con lo previsto.
Por primera vez en cuatro sesiones, las principales plazas europeas cerraron con un claro sesgo negativo. Sin embargo, y a excepción de la Bolsa alemana -que cedió un 3,86%, al ser también la que más subió en la víspera, un 3,76%, y la más expuesta a EE UU por su horario-, las caídas no superaron el 1,2%.
Ayer, las Bolsas sucumbieron a las advertencias de beneficios que llovieron desde ambos lados del Atlántico. El sector más perjudicado fue el de tecnología y en especial los fabricantes de semiconductores. La alemana Infineon cayó el 8,84%, contagiada por las flojas expectativas de ventas de la estadounidense Texas Instruments y el retroceso de ASML (-11,63%). Esta última compañía, a su vez, se vio afectada por los malos resultados de uno de sus principales clientes, Taiwan Semiconductor. La francesa STMicroelectronics, por su parte, cayó un 5,97%.
Otro de los sectores castigados fue el petrolero. La relajación en las tensiones bélicas con Irak ha propiciado un retroceso de los precios del crudo hasta los 26 dólares, con la consiguiente caída en Bolsa del sector. Los mayores descensos fueron para BP (-5,42%) y Eni (-5,31%).
No obstante, la caída más llamativa fue para la firma de ingeniería helvético-sueca ABB (-61,82%), que se desplomó tras recortar sus previsiones de beneficios tan sólo dos días antes de la publicación de sus cuentas del último trimestre. La compañía señaló que las reclamaciones por sus productos fabricados con amianto podrían significar la quiebra de una de sus filiales en EE UU. La caída de ABB contagió también a Saint Gobain (-10,19%) y Alstom (-12,76%).
Mientras el real sigue en zona de mínimos, el Bovespa sumó una nueva alza (+1,9%) de la mano de Telesp Participaçoes (+8,7%), filial de Portugal Telecom, que recientemente ha anunciado su fusión con Telefónica Móviles.
La Bolsa japonesa sufrió ayer una caída del 3,22%. Los inversores esperaban con ansia la publicación, al final de la jornada, de un informe que supuestamente debía marcar los grandes rasgos de la reforma bancaria prevista por el Gobierno. Pero una vez cerrados los mercados, el Ministerio de Finanzas anunció que retrasaba la publicación del informe. El ministro Heizo Takenaka se limitó a señalar que el informe no estaba listo, lo que desató las iras de los inversores que anticipan más incertidumbre y una nueva caída de la Bolsa.
Libro Beige de la Reserva Federal el mes de septiembre.
Conferencia de Alan Greenspan sobre la productividad.