El 41,3% del cobre que se consume en la Unión Europea es reciclado
El verdín característico del cobre cuando pasa el tiempo es el carbonato de cobre, que crea una pátina de color verdoso en la superficie del metal cuando está en contacto con el aire. De ahí que el cobre, a pesar de su característico color marrón rojizo, se conozca también como el metal verde.
Esta denominación parece hoy doblemente justificada para José Ramón Morales, director general del Centro de Información del Cobre, dadas 'sus características, que apoyan los principios del desarrollo sostenible'. Este centro es la representación en España del Instituto Europeo del Cobre, que ha estimado que el 41,3% del consumo de este metal en la Unión Europea (UE) el año pasado se satisfizo con material reciclado y que el 80% del mineral extraído desde la antigüedad sigue en circulación. El consumo de cobre refinado en la UE alcanzó cinco millones de toneladas, de los que España absorbió 338.000 toneladas.
La demanda de productos semitransformados (como cables, barras o perfiles), laminados, chapas y tubos de cobre supusieron un mercado por valor de 10.600 millones de dólares (unos 10.800 millones de euros) en 2001.
Del mineral de cobre se extrae, mediante su fundición, entre un 2% y un 3% de metal. Las reservas mundiales del metal se valoran en 340 millones de toneladas. España produce el 25% del metal bruto que se produce en la Unión, con sólo dos fundidores: el bilbaíno Elmet y el británico Atlantic Copper, que explota la minas de Riotinto (Huelva). Pero para satisfacer el consumo europeo fue preciso importar 1,9 millones de toneladas del metal verde.
Aplicaciones
El Instituto Europeo del Cobre defiende 'el uso de una mayor cantidad' de este metal en los transformadores eléctricos, entre otras aplicaciones en las que se tiende a utilizar el aluminio por su mejor precio. José Ramón Morales explica: 'Los cables de cobre oponen menos resistencia al paso de la electricidad que los cables de aluminio del mismo diámetro'. Asegura que un incremento de su uso 'en motores, transformadores, cables y aplicaciones eléctricamente eficientes puede reducir las pérdidas de energía más de un 25%'. De ahí que considere que ' juega un papel esencial, debido tanto a su capacidad de mejorar la eficiencia del uso de la energía como por posibilitar la generación de energías renovables'. Con ello se refiere a su aplicación en colectores de energía solar.