El escaparate de Vitra
Lo sabe casi todo sobre decoración de interiores. Carlos Carsten dirige la filial española de una compañía suiza de mobiliario de diseño. Ocupa una amplia sala donde no tienen cabida los objetos personales, sólo los de la empresa para la que trabaja
Apenas una fotografía con el grupo de profesionales que arrancó Vitra Hispania, filial de la multinacional suiza Vitra dedicada al interiorismo de despachos, oficinas y viviendas, implantada en España hace 11 años. Son los únicos objetos personales que el director de la compañía, Carlos Carsten, madrileño de 38 años, titulado en Dirección Comercial y Marketing, guarda en su despacho. Nada más. El resto del mobiliario y la decoración, pura imagen y diseño de la compañía. Cada detalle parece calculado y medido para que todo encaje a la perfección. Todos los espacios de trabajo que Vitra tiene repartidos por el mundo se maduran en el departamento de marketing situado en la sede central de Birsfelden-Basilea (Suiza). 'Todo está controlado. No puedo comprar nada ajeno a la casa. Tanto el despacho como la oficina es un escaparate de todos nuestros muebles', explica Carsten. De ahí salen ideas y propuestas para otros despachos y oficinas.
Hombre serio, tímido, de trato exquisito. Sorprende que, entre tanta modernidad y vanguardia, entre sillas Panton y sofás del matrimonio Eames, Carsten viste un clásico traje de rayas diplomáticas, impecable. Asegura que para trabajar en Vitra es importante tener sentido de la estética, pero además saber 'que estás rodeado de un equipo de confianza'. No le gusta estar solo. Por eso, además de tener unas puertas correderas de cristal, sus colaboradores cuentan dentro de su mismo despacho con una mesa donde pueden acompañarle y trabajar.
'Se trata de que entre todos generemos ideas. Es parte de nuestra identidad corporativa, relacionarnos entre nosotros. La parte humana es lo más importante de este trabajo. Creo firmemente que las relaciones personales generan sinergias y plusvalías a la compañía'. Agrega, además, que los jefes no deberían estar aislados, sino abiertos a las sugerencias y al contacto con el resto de los profesionales. 'Yo no tengo nada que ocultar y puedo mantener cualquier conversación teniendo delante a gente. Nuestra filosofía es ser una empresa abierta'.
Para Carsten, el futuro de las compañías pasa por saber romper barreras. 'Eso permite ahorrar metros cuadrados y generar creatividad'. También señala que el concepto de decoración está cambiando dentro de las empresas y, por tanto, se tiende a cuidar más los detalles. A ello han contribuido los arquitectos. Anteriormente se habían dedicado a la construcción y no entraban en el interiorismo, mientras que ahora cuidan el exterior y el interior. Señala que jamás pondría en su despacho una cámara o algún objeto que le perturbe. 'Necesito sentirme totalmente relajado en el lugar de trabajo. Tampoco soporto una silla incómoda'.
Según Carsten, son las grandes compañías las que empiezan a concienciarse de la importancia de la imagen y a cambiar el concepto del despacho. Los muebles de Vitra pueden encontrarse en empresas como Coca-Cola, Apple Computers, DaimlerChrysler, Lufthansa, Philips, Sony o Telecom Hong Kong.
Vitra fue fundada en 1934 y desde 1989 cuenta con un museo, obra del arquitecto californiano Frank O. Gehry, la primera construcción del autor del Guggenheim en Europa. El museo dispone de una de las mayores colecciones, unas 3.000 piezas, de sillas del siglo XX.
La escena del sofá
Para Carlos Carsten, lo importante es sentirse en el trabajo como en casa. 'Pasamos más tiempo en la oficina que en casa y hay que estar cómodos'. Recomienda que desaparezcan las salas de reuniones, 'con las herramientas que existen de comunicación estamos constantemente reunidos'. E invita a los ejecutivos a que pongan en su despacho un sofá para atender a las visitas. 'Es una forma de romper barreras y que la gente se comunique mejor. Se crea un clima de confianza. Es más fácil cuando no hay mesas de por medio'.