Lula preocupa menos al mercado que la crisis económica que atraviesa Brasil
Lula da Silva ha dejado de ser el ogro más temido por los inversores internacionales. Su victoria se da prácticamente por hecha, al tiempo que cada vez son más los que apuestan por que el candidato de Izquierda aplicará unas recetas económicas ortodoxas que terminarán por tranquilizar a los mercados.
Los analistas consideran que la complicada situación económica por la que atraviesa Brasil no deja mucho margen de maniobra al partido que gane las elecciones. 'Al principio fue una crisis de confianza sobre Lula, ahora lo que los mercados se encuentran es con una crisis económica', apunta José Luis Martínez, economista de Citigroup.
Asimismo, las intenciones mostradas hasta ahora por alguno de los líderes del Partido de los Trabajadores es la de apoyar las directrices del FMI y dar libertad de actuación al Banco Central, lo que tranquiliza a muchos inversores. Aun así, los analistas exigen que Lula se manifieste de forma clara sobre sus intenciones y exponga cuanto antes su plan de actuación económica. 'Todavía hace falta ver si Lula lleva a cabo esas promesas y si las medidas son coherentes', sostiene Martínez. 'La probabilidad de una suspensión de pagos es todavía del 50%, por lo que sobreponderar el mercado brasileño y los valores expuestos a él es todavía una medida arriesgada', añade Andrés Ortega, de Safei.
Otro aspecto destacado por Martínez es que no se puede hablar del fin de la incertidumbre en Brasil mientras el resto de plazas internacionales permanecen revueltas. 'Es fundamental que el comportamiento de los mercados internacionales acompañe', apunta el economista de Citigroup. Ayer pudo verse cómo tanto el real como el índice Bovespa se mantenían más estables que en otras ocasiones gracias al rebote de las Bolsas en EE UU y Europa.
Por último, los analistas de Merrill Lynch consideran que los valores más expuestos a esa economía, como el Santander, ya han descontado cualquiera de los escenarios más pesimistas, incluida una suspensión de pagos. Así, en un informe reciente sobre las implicaciones de la crisis de Brasil para el banco, Merrill considera que asumiendo que Latinoamérica vale cero, el precio objetivo del valor sería de 5,4 euros. Ayer cerró en 5,8 euros.