Alfredo Sáenz afirma que desconocía la existencia de las cuentas secretas del BBV
Acomienzos de octubre, Garzón citó a declarar a Sáenz en calidad de testigo, después de una petición realizada al juez por el fiscal Anticorrupción, David Martínez Madero.
El escrito del fiscal explicaba que la comparecencia de Sáenz era necesaria habida cuenta de una afirmación suya en el consejo de administración del BBV del 25 de marzo de 1993. En el acta de esa reunión constaba que el entonces consejero del banco había dicho que el volumen de fondos 'fuera de balance del banco es poco respecto de nuestros principales competidores'.
La frase que despertó la curiosidad del fiscal fue explicada ayer por Sáenz de una manera que la convierte en algo totalmente ajeno al objeto de las investigaciones sobre las cuentas fuera de balance y no contabilizadas por el banco, y que fueron descubiertas a partir de las indagaciones de la fiscalía por las actividades de BBV Privanza.
De acuerdo con diversas fuentes jurídicas, Sáenz dijo que su afirmación se refería, en aquel momento, a activos depositados en cuentas no patrimoniales del BBV, y más concretamente, a cuentas de orden, avales pertenecientes a terceros y cuentas gestionadas por la entidad.
'Se trata de aquellas cuentas que se reflejan en el movimiento, que se contabilizan, pero que no son la causa de ese movimiento, pues son patrimonio de terceros', dijo Sáenz a la pregunta formulada por el fiscal. Otra fuente consultada indicó que el consejero delegado del Santander Central Hispano (SCH) utilizó la expresión 'fuera de balance' en una mala traducción del inglés off the balance. Pero esa expresión, dijo, debe ser traducida al castellano como 'cuentas de orden'. En este sentido, puso como ejemplo los avales, que son una obligación de futuro de la entidad, pero que no se contabilizan ni como activos ni como pasivos.
Simplemente se consideran fuera de balance, pues no son activos patrimoniales de las entidades financieras, explicó Sáenz, según las fuentes referidas. En su declaración, de 25 minutos, el ex consejero del BBV aseguró que en 1993, y mientras ocupó ese cargo, no tuvo ningún conocimiento de las cuentas secretas del BBV. Consultado por el fiscal, Sáenz dijo que no sabía nada de las sociedades del banco en Jersey y Suiza, como tampoco sobre las operaciones de tesorería que, en 1994, fueron registradas en el balance con pérdidas de 100 millones de dólares.
Sáenz, quien en 1987 era presidente de Banca Catalana, reconoció haberse reunido ese año con Javier de la Rosa, a la sazón miembro del consejo de esa entidad. Dijo que así lo había hecho por encargo del entonces presidente del Banco de Vizcaya, a cuyo grupo pertenecía Banca Catalana, para negociar si el Grupo KIO, al que representaba De la Rosa, estaba dispuesto a vender un elevado paquete de acciones del Vizcaya, ya que se consideraba como socio hostil a ese grupo kuwaití. En esa reunión se acordó que se recomprarían esas acciones al precio de mercado de ese día, agregó.
Por otra parte, en pocos días Garzón podría decidir archivar la investigación del caso en Perú, donde la semana pasada tomó declaración a Vladimiro Montesinos. Respecto del capítulo referido a Colombia y México, a cargo de la Fiscalía Antidrogas, no ha habido novedades.