El fraude detectado por Hacienda hasta agosto alcanzó 3.901 millones de euros, un 11,2% más
El Departamento de Inspección de Tributos de la Agencia Tributaria detectó fraude por valor de 3.901 millones de euros en los ocho primeros meses del año, lo que supone un incremento del 11,2 % respecto al mismo periodo de 2001, según adelantó hoy el director de este departamento, Gerardo Pérez Rodilla.
Rodilla señaló, en un encuentro con periodistas en el que también participó el director de la Agencia Tributaria, Salvador Ruiz Gallud, que en los cuatro meses que restan para finalizar este año también se conseguirán resultados de detección del fraude fiscal "muy superiores" a los del ejercicio precedente.
En este sentido, Ruiz Gallud destacó que, a pesar de la encuesta del Instituto de Estudios Fiscales que señala que el 40% de los españoles consideran que el fraude fiscal es todavía muy alto, estos datos ponen de manifiesto que las actuaciones de control e información a los contribuyentes puestas en marcha por la Agencia Tributaria están permitiendo reducir el fraude y aumentar la recaudación líquida por encima del crecimiento del PIB.
Además, afirmó que los cambios normativos introducidos por el Gobierno, en cuanto a rebajas en el IRPF y nuevos beneficios fiscales en el Impuesto sobre Sociedades, están facilitando también una reducción del fraude, ya que los contribuyentes perciben que ahora pagan menos impuestos que hace unos años.
El director del departamento de Inspección de Tributos también recordó los resultados obtenidos en 2001. Así, indicó que la deuda media detectada por contribuyente alcanzó los 98.230 euros, un 23% más que en 2000. Igualmente, la deuda media por contribuyente en el caso del IRPF sumó 38.930 euros (17% más), mientras que en el Impuesto sobre Sociedades se situó en 124.530 euros (19% más).
Por impuestos, el 8,9% de la deuda tributaria correspondió al IRPF, el 51,59% al Impuesto sobre Sociedades y el 31,27% al Impuesto sobre el Valor Añadido. Por su parte, la deuda media por actas instruidas alcanzó los 59.610 euros, el 24% más que en 2000, mientras que el número de delitos fiscales fue de 731, frente a los 714 detectados el pasado año.