La Ley de Internet provoca el cierre de webs por temor a las nuevas multas
El pasado sábado entró en vigor la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información. Un texto polémico que conoció multitud de borradores previos a su tramitación como proyecto de ley y que ya en el Parlamento sufrió muchos cambios. Ahora, con la ley en la calle, las webs más rebeldes han optado por echar el cierre al menos de manera provisional, hasta que logren descifrar los puntos negros de la nueva norma.
Uno de los aspectos que más incertidumbre ha suscitado afecta al artículo 9 de la ley y que hace referencia a la obligación de registrarse. En el cartel de cierre de una página de Internet puede leerse: 'Hay que registrar el dominio en el registro correspondiente. ¿Qué registro correspondiente?'. Según la Asociación de Usuarios de Internet éste es uno de los aspectos más controvertidos. Su presidente, Miguel Pérez, afirma que han recibido muchas llamadas de sus asociados para informarse acerca del registro en el que tienen que inscribirse. 'Aún no sabemos la respuesta. Lo hemos preguntado al Ministerio de Ciencia y Tecnología directamente y por escrito, pero ni sabemos dónde han de inscribirse ni los plazos para hacerlo. Hay quien dice que habrá un año de plazo, pero hay mucha confusión'.
Iñaki Uriarte, de la Asociación Española de Comercio Electrónico, aclara la polémica. 'En un primer momento sí se pensó crear un registro especial, ahora la ley lo único que dice es que la empresa que pertenezca ya a algún registro, como pueda ser el registro mercantil, o el de asociaciones, debe proporcionar su dirección a dicho registro. Pero un autónomo no registrado no tiene que inscribir este dato'. Ciencia y Tecnología aclara que, efectivamente, las empresas deberán registrarse en el registro que les corresponda. Si es empresa o comerciante en el mercantil, si es una fundación en el de fundaciones, y así sucesivamente. Respecto al plazo, será de un año para las webs existentes antes de la entrada en vigor y de un mes para las de nueva creación.
Según Uriarte, uno de los grandes problemas que plantea el nuevo texto, y que 'va a producir una criba', es la regulación sobre la publicidad. 'La ley española es más restrictiva que la directiva y hará menos competitiva a la empresa española'. Mientras una empresa alemana, por ejemplo, puede enviar publicidad a sus clientes salvo que éstos se lo hayan prohibido, en España es necesario que éstos lo consientan. 'El ahorro de costes en publicidad que supone la Red desaparece', concluye.