Los trabajadores de Sintel preparan movilizaciones para su recolocación
Los trabajadores de la quebrada Sintel vuelven a la carga. Un año después del levantamiento del campamento de la esperanza, en el paseo de la Castellana, los empleados que continúan en paro se reunirán hoy para decidir si llevan a cabo un nuevo plan de movilizaciones. El objetivo de estas nuevas acciones es 'exigir al Gobierno que cumpla el acuerdo sellado en agosto de 2001 con los trabajadores de Sintel a través de cual se comprometía a recolocar a toda la plantilla', dice Adolfo Jiménez, responsable de la asociación de los ex trabajadores de Sintel. 'A día de hoy no hemos visto ninguna oferta de colocación y sólo se ha cumplido el pago de 470 prejubilaciones', añade. Después de 14 meses desde la firma del acuerdo con el Gobierno, son cerca de 1.100 parados los que están cobrando el subsidio de desempleo. Jiménez explica que esta ayuda se acabará en mayo para unos 500, los del primer expediente de regulación de empleo.
Otros de los puntos de la asamblea es la aprobación de una sociedad anónima laboral 'para volver a la actividad', al frente de la cual los trabajadores estudian poner un equipo de gestión profesional y una representación de la plantilla.
Para Jiménez, 'el nuevo plan de acción es, además, una denuncia para dar a conocer a la opinión pública la realidad de la situación'. Creemos que 'el Gobierno bloqueó la compra de Sintel que tenía prevista la empresa rusa Televik. En ella se incluía el reflotamiento de toda la plantilla y unas inversiones que garantizaban el seguimiento de la actividad de Sintel'.
Entonces, tanto el Gobierno como los sindicatos CC OO y UGT dijeron que 'los trabajadores de Sintel no habían aceptado las recolocaciones en otras compañías del sector porque esperaban que se cerrara la oferta de compra de Televik', que, en su opinión, carecía de credibilidad.
Entre las medidas incluidas en este nuevo programa de movilizaciones, que se dará a conocer en la asamblea que se celebra hoy en uno de los centros de CC OO en Madrid, no se encuentra una nueva acampada como la llevada a cabo en 2001 durante ocho meses.
La plantilla ha emprendido una ronda de reuniones con los diferentes grupos parlamentarios para que exijan al Gobierno que cumpla con el mandato de todos los grupos del Congreso, en el que se le insta a impulsar el proceso de negociación entre las partes.