Emisiones de bonos con alta graduación
La compañía Kyndal International promoverá en el plazo de dos semanas la venta de bonos respaldada por barriles de whisky añejado en los sótanos escoceses, según avanzó un banquero involucrado en la operación. Kyndal utilizará el licor como garantía de una emisión de bonos por un valor mínimo de 188 millones de libras (294 millones de euros), que se destinará al pago de la compra, por importe de 290 millones de euros, de la filial europea Jim Bean, de Fortune Brands.
La operación supuso el regreso a manos escocesas de una marca como Whyte and Mackay Scotch Whisky, destilado con la receta original de cuando nació en el año 1844.
En la medida en que los inversores aceptan, de forma generalizada, cada vez menores rendimientos de bonos garantizados por activos, las compañías recurren a una creciente variedad de recursos como garantía para respaldar todos aquellos valores que pretenden poner en el mercado.
Los 'pubs' del grupo Punch y la francesa Marne et Champagne también han utilizado esta fórmula para captar fondos
De lo que se trata es de captar financiación para atraer al mayor número de inversionistas y poder asumir el coste de la expansión en nuevos mercados, generalmente a través de la adquisición de otras sociedades o de acuerdos con empresas del sector.
Entre un amplio número de ejemplos, destaca el protagonizado por la FIFA, organismo rector del fútbol mundial, que el año pasado vendió bonos por valor de 420 millones de euros respaldados por los ingresos que prevé recibir mediante los contratos de marketing firmados con motivo de la celebración de las Copas del Mundo.
Los bonos de Kyndal serán el más reciente caso de uso de alcohol para generar un ingreso para los compradores de bonos, que todavía se encuentran dubitativos ante la difícil situación económica por la que atraviesan los mercados y que no encuentran un lugar seguro donde depositar sus ahorros.
Por ejemplo, en Francia, Marne et Champagne recurrió a la financiación respaldada por activos dos años atrás en una venta de bonos por 396 millones de euros (equivalentes a 388 millones) garantizados con unos 60 millones de botellas de champán en sus diversas etapas de producción. Paralelamente, pubs como los pertenecientes al Punch Group, de Gran Bretaña, dispusieron de ingresos y rentas como garantía para recaudar fondos en los mercados de bonos.
El whisky escocés debe cumplir una serie de requisitos. Entre ellos figura la decisión de calificación dependiente de su envejecimiento en un barril de roble en Escocia durante, al menos, tres años. La edad media de embotellado de la bebida de malta oscila entre los cinco y los seis años, comparado con entre tres y cuatro necesarios para el licor de granos. El whisky de Whyte and Mackay se añeja hasta 30 años en los tradicionales barriles fabricados con roble blanco americano.
En una gran superficie española, el precio de una botella de 70 centilitros de whisky con la etiqueta Whyte and Mackay reserva asciende a 10,45 euros y el precio del litro se sitúa en los 14,93 euros.