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Caída

La Bolsa pierde el 0,63%, más sensible a Wall Street que a las elecciones de Brasil

Si las elecciones de Brasil eran tan cruciales para la Bolsa española como se había cacareado, no termina de entenderse que ayer el volumen se quedase en 1.346 millones de euros. El mercado, caprichoso pero no tonto, hizo lo de siempre. Replicó el comportamiento de los futuros sobre el índice S&P 500, por la mañana, y el comportamiento de Wall Street, después, pasando casi toda la jornada en terreno negativo para cerrar con una pérdida del 0,63%. Otros índices europeos caían más.

A la hora de explicar el efecto de las elecciones en Brasil, la mayor parte de los expertos caía en argumentos circulares. Como hay segunda vuelta, la Bolsa mejora Europa, porque supuestamente no le gusta Lula. Pero como Lula ha sacado el 47% de los votos en la primera vuelta, pues no sube mucho, y no recupera una ínfima parte de lo que ha perdido, supuestamente, por su culpa.

Era más acertada, por contra, la tesis de la indefinición, expuesta por José Luis Martínez, de Citibank: 'Tendremos que esperar hasta el 27 de octubre para conocer al próximo presidente de Brasil, en un momento en que los mercados internacionales no dejan mucho margen para las dudas. Se ha aplazado la indefinición hasta final de mes. Y la indefinición, en un contexto así, no es positiva para las Bolsas'.

Impacto en la banca

Merrill Lynch, por su parte, analizó el impacto de la depreciación del real sobre Santander y comentó que el mercado ha sobrerreaccionado. Considera que la acción de Santander vale 5,9 euros, asumiendo que la entidad amortiza todas sus inversiones en Brasil. Santander cerró la sesión, así las cosas, con un descenso del 1,76%. BBVA, menos expuesto a Brasil, marcó una caída superior, del 1,99%, y Telefónica, tercer gran valor que ha estado pendiente de las elecciones, subió el 1,63%. Las caídas de BBVA y Santander fueron más reducidas de las registradas por otras entidades europeas.

El sector volvió a sufrir. Moody's alertó sobre el deterioro del crédito en Europa, a pesar de que en el tercer trimestre disminuyó el ritmo de rebajas de calificación. Paralelamente, el alemán Commerzbank sufría una pérdida del 8%.

El diario Financial Times desveló que Merrill Lynch preguntó a la agencia de calificación S&P 500 sobre la veracidad de los rumores que apuntaban a que el banco alemán había sufrido fuertes pérdidas jugando con derivados. Además, informó de que el banco recortará 4.300 empleos. æpermil;stos se suman a los 4.000 de JP Morgan y a un número indeterminado en Merrill, que en la sesión de ayer fue protagonista por partida triple.

La semana que empezó ayer, de todos modos, estará marcada fundamentalmente por la oleada de resultados empresariales en las empresas de Wall Street. Ayer hubo malas noticias en Sears y Cisco, entre advertencias sobre beneficios y recortes de recomendación en las firmas de Bolsa.

Entre las empresas que en Estados Unidos han ofrecido previsiones sobre su beneficio del tercer trimestre, las que han rebajado previsiones son tres veces más de las que han mejorado sus expectativas. El miedo al terrorismo, que se reavivó ayer con el supuesto ataque a un petrolero francés en la zona del Golfo Pérsico, sólo tuvo algo de impacto tirando al alza de los precios del petróleo.

En España, entre los valores destacados del Ibex, figuraron por lo negativo Arcelor y Amadeus, que sufrieron pérdidas de entre un 6% y un 8%. Endesa perdió un 2,72% tras ser rebajada por Fitch, y Unión Fenosa, el 1,71%, pese a que su directiva anuncia reducciones de la deuda para tratar de contener en lo posible la fuerte sangría a la que se han visto sometidas sus acciones en las últimas sesiones.

Moody's alerta de la 'precaria perspectiva de la calidad crediticia'

 

 

Un informe de Moody's alertaba ayer de lo que llama 'precarias perspectivas de calidad crediticia' en las empresas europeas no financieras. En el tercer trimestre ocho bancos europeos vieron rebajada su calificación, por sólo tres mejoras.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Como ejemplo, baste citar que durante el tercer trimestre de 2002 cinco empresas vieron su calificación recortada desde grado de inversión hasta categoría especulativa. Ello supone un máximo histórico de 'ángeles caídos', que es como se denomina a las compañías cuya solvencia sufre una rebaja de este calibre.

 

 

 

 

 

 

 

Moody's señala que la proporción de rebajas frente a mejoras ha alcanzado su nivel más bajo desde el último trimestre de 2000. Pero ello 'refleja en cierto modo la considerable cantidad de rebajas y de impagos que ya han tenido lugar', asegura la agencia.

 

 

 

 

 

 

 

La debilidad de los precios de los activos probablemente impedirá a las compañías europeas no financieras reducir su endeudamiento a un mayor ritmo: 'La falta de fusiones y adquisiciones ha hecho que las compañías con menor calificación no pudieran beneficiarse del mismo nivel de apoyo financiero por parte de las compañías con mayor calificación que en el pasado', señala Moody's. 'La difícil coyuntura de los mercados bursátiles ha limitado igualmente la capacidad de las compañías con menor calificación de reducir su dependencia de la financiación vía deuda mediante ampliaciones de capital'. En otras palabras, que ahora pesa tanto la deuda de las empresas que éstas no pueden refinanciarse en el mercado, sino que deben hacerlo a través del negocio tradicional.

 

 

 

 

 

 

 

'Para que se materialice una mejora decisiva de la calidad crediticia serán necesarios unos precios de los activos más estables, una economía global más fuerte y un mayor grado de consolidación en las industrias afectadas por el exceso de capacidad', concluye.

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