El índice de morosidad de la banca se estabiliza en julio en el 0,91%
La morosidad sigue sin registrar síntomas preocupantes de crecimiento, con un avance más lento de lo previsto a lo largo de los últimos meses. El importe de créditos dudosos de las entidades de depósito ascendió en julio a 6.179 millones de euros. Este saldo supone un aumento del 17% respecto al de hace un año en términos absolutos. En ese periodo los créditos totales han crecido a un ritmo superior al 13%, hasta 672.082 millones, por lo que el índice de mora, que mide el porcentaje de dudosos sobre el crédito total repunta hasta el 0,919%, frente al 0,88% de hace un año.
La tasa, sin embargo, se mantiene estable respecto al mes de junio, y sólo se aparta en algunas centésimas del índice registrado en enero, lo que da idea de la lentitud de su aumento.
De momento, por tanto, el índice de morosidad se mantiene controlado por debajo del 1%, un nivel excepcionalmente bajo para el sector financiero español, que llegó a tocar niveles preocupantes del 7% a mediados de los noventa.
En los últimos años hay que remontarse a febrero de 2000 para encontrar una tasa por encima de este 1%. Pero también cabe destacar que el 0,919% actual aumenta la distancia con respecto al mínimo de junio de 2001 (0,87%).
Las cajas mantienen la ratio más baja, ya que de 289.705 millones de euros en créditos, sólo 2.679 millones, equivalentes al 0,92%, están catalogados como dudosos. En los bancos, de los 310.636 millones de créditos, el 0,96% se considera dudoso. En cuanto a las cooperativas de crédito, consiguen reducir la morosidad del 1,60% al 1,58%.
Los expertos consideran que la morosidad es un efecto que se nota con algún retraso respecto a los primeros síntomas de desaceleración económica, ya que deben producirse dos circunstancias paralelas: por una parte, que aumenten los impagos, y por otra, que disminuya el ritmo de concesión de préstamos. Así, la mayoría sitúa el repunte más claro a partir del segundo semestre del año y sobre todo en 2003, aunque en ningún caso será una subida preocupante, ya que las entidades se encuentran mejor provisionadas que nunca.