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Cerveza

El Águila se bebe a Cruzcampo

Dice un ejecutivo de la cervecera Heineken España, propietaria de la marca sevillana Cruzcampo, que jamás se ha escuchado pronunciar a Carlos de Jaureguízar, actualmente segundo directivo de la compañía, la palabra Cruzcampo en alguna reunión.

La firma holandesa compró la cervecera sevillana en 2000 y la fusionó con El Águila, convirtiendo así a Heineken España en la primera cervecera española por cuota de mercado. Ahora ultima la sustitución por jubilación del actual presidente, el italiano Piero Perron, por Carlos de Jaureguízar, quien se curtió como director general de El Águila desde que esta compañía entró a formar parte de Heineken. Durante ese periodo, De Jaureguízar fue un incansable rival de la marca Cruzcampo.

La estrategia de Heineken consiste en superponer lentamente las marcas europeas de la multinacional, Amstel (que en España se comercializa con la submarca El Águila) y Heineken sobre las cervezas locales. La designación de Carlos de Jaureguízar confirma esa política.

Pero con Cruzcampo la sustitución no será fácil y se adivina lenta. Actualmente es la marca española de cerveza más vendida en Europa y la décima de todo el continente, hasta el punto de que el propio De Jaureguízar define a la zona de Sevilla, Cádiz y Huelva como 'el triángulo mágico' del consumo.

La pasión de muchos andaluces por la que siempre ha sido su cerveza es tal que la dirección de la fábrica ha tenido que hacer frente a solicitudes como la de una viuda que pretendía esparcir las cenizas de su marido por la fábrica. Pero desde la llegada de Heineken, la marca Cruzcampo ha ido menguando su presencia en eventos, veladores, bares, ferias y la vida social sevillana, según señalan fuentes de los distribuidores y de los empleados de la factoría.

Los primeros síntomas de la estrategia se suceden. Fuentes de los empleados de Cruzcampo aseguran que los propietarios de bares ya no tienen fácil acceso a los productos de propaganda de Cruzcampo, dato que apoyan en el hecho de que sólo en servilleteros la producción encargada por Heineken el año pasado ha pasado de los cinco millones de unidades habituales a sólo un millón.

La compañía está dando, en cambio, las máximas facilidades para promover la sustitución por marcas como Heineken y El Águila en bares, cafeterías y pubs. Miembros de la fábrica sevillana se lamentan de que hayan desaparecido los antiguos foros de innovación, de los que salieron algunos de los mejores proyectos de Cruzcampo, como la escuela de hostelería Gambrinus, la Cruzcampo sin alcohol o el barril casero de cinco litros y otras muchas ideas que giraban sobre esta marca.

Primer centenario

La compañía aún no tiene prevista celebración alguna para el primer centenario de la cerveza sevillana, que se cumple en el año 2004, mientras que miembros de la empresa están elaborando por encargo de Carlos de Jaureguízar un libro sobre la historia de El Águila, según reconoce un portavoz.

El aparente amor de Heineken España por El Águila le llevó a protagonizar uno de los más sonados conflictos entre dos cerveceras que se recuerdan en España, cuando Heineken encargó a un detective que tratase de demostrar la falta de comercialización de la marca El Águila Negra, perteneciente a Cervezas Alhambra, con el objetivo de retirarla del mercado.

Un portavoz del grupo cervecero ha señalado que Cruzcampo sigue siendo una marca estratégica para el grupo holandés. 'A los dos meses de la fusión de El Águila y Cruzcampo se celebró la primera convención conjunta y a todos los miembros se les olvidó su pertenencia a una de las dos marcas', señala.

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