Aportación española contra la malaria
Dos son los científicos españoles que forman parte del equipo de 150 expertos que ha participado en la batalla para descifrar el genoma del parásito de la malaria, que ayudado por un mosquito transmisor mata a más de un millón de personas cada año. José Francisco Abril y Roderic Guigó también intervinieron en el descubrimiento del genoma humano. Los investigadores españoles, pertenecientes al Grupo de Investigaciones de Informática Biomédica del Instituto Municipal de Investigaciones Médicas (IMIM) de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, han trabajado en la fase de visualización y anotación del genoma del mosquito Anopheles gambiae.
Los científicos han presentado de forma conjunta las secuencias genéticas tanto del parásito como del mosquito transmisor, considerado un asesino en serie, publicadas en la revista Nature y Science. Las inversiones en ambos proyectos han superado los 1.000 millones de euros a lo largo de más de seis años. Entre las aportaciones destaca la subvención de 8,9 millones del Instituto Nacional para las Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos.
El trabajo relativo al parásito, en el que ha colaborado un consorcio internacional de investigadores -pertenecientes a entidades tanto públicas como privadas-, ha contado con la coordinación del instituto norteamericano TIGR, fundado por Craig Venter, hasta el pasado enero vinculado a la compañía Celera Genomics, que ha facilitado buena parte de los especialistas que han dado este importante paso. 'Nosotros', asegura Abril, 'hemos participado en la etapa final del proyecto, basada en la visualización del mapa del genoma, que es como hacer un mapa de carreteras'. La pareja española ya participó con el mismo software que han empleado ahora ( GFF2PS) en la fase final del genoma humano y en el de la mosca del vinagre. 'Han visto que nuestro trabajo les interesa y nos siguen llamando para colaborar', comenta Abril refiriéndose a su colaboración con Celera.
Abril tiene 32 años y es biólogo de profesión e informático por devoción. Respecto a la tradicional fuga de cerebros, asegura que 'realmente en España no se invierte mucho en ciencia a pesar de que hay cerebros muy preparados'. Recuerda los 48 millones que el Gobierno español se comprometió a invertir tras el descubrimiento del genoma humano . Una persona con su misma preparación y experiencia gana dos o tres veces más en EE UU.
La transcendencia del descubrimiento se desprende de que permitirá desarrollar fórmulas insecticidas y vacunas que eviten la propagación de una enfermedad mortal, de la que cada año surgen hasta 500 millones de nuevos casos, según la Organización Mundial de la Salud.