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Latinoamérica

El peso argentino se deprecia con la apertura del 'corralito'Malas perspectivas para México

Además de la persistente bajada de la Bolsa estadounidense, han empezado a registrarse cifras reales desalentadoras en la mayor economía del mundo. La gran dependencia de México de este mercado (más del 85% de las exportaciones están dirigidas a EE UU) le convierte en el principal afectado. Golpeadas por la primera contracción del año en términos mensuales de la industria estadounidense en agosto, las exportaciones manufactureras frenaron su crecimiento interanual hasta el 0,6%, desde el 7,3% en julio. Asimismo, las importaciones anotaron un crecimiento del 1% interanual (las de bienes de capital siguen cayendo a tasas de dos dígitos, dejando poco espacio para la recuperación de la inversión) desde el 7,9% registrado en julio, lo que pone de manifiesto la debilidad de la demanda interna condicionada por la falta de dinamismo de la economía estadounidense.

Tras generar expectativas de que la economía podría encaminarse a una recuperación, luego de crecer 2,1% en el segundo trimestre, después de tres trimestres consecutivos de contracción, el optimismo ha menguado. El peso ha tocado mínimos en los últimos tres años, inquietando al propio banco central por las presiones inflacionistas que pudiera traer consigo y obligándolo a tensionar su política monetaria.

En este escenario, no se espera una recuperación de la demanda interna que pueda contrarrestar la caída de la demanda externa y mantener una senda de recuperación de la economía mexicana. De hecho, el mercado ya ha revisado a la baja el crecimiento para este año hasta el 1,6% y los riesgos se inclinan a que las rebajas prosigan.

Existe una elevada incertidumbre sobre cuáles serán las políticas económicas que seguirá Lula, pero el escenario más probable es el de continuidad

El precio de los activos ya incorpora una victoria de Lula

 

Se espera que las elecciones presidenciales brasileñas del domingo se salden con una victoria de Lula. Es incierto aún si su ventaja sobre los demás candidatos será suficiente para evitar una segunda vuelta, pero, dadas las últimas encuestas, la diferencia que ha sacado es al menos suficiente para lograr la victoria en la segunda ronda. No es por lo tanto de extrañar que los precios de los activos financieros brasileños ya incorporen una victoria de Lula.

 

 

 

 

 

 

 

Después de las elecciones, la sensibilidad del mercado a cualquier señal que permita inferir cuáles serán las políticas económicas de Lula generará fuertes impactos en los activos financieros. En efecto, de persistir la actual situación de estrés en el mercado, tarde o temprano el Gobierno podría verse obligado a declarar el incumplimiento de sus obligaciones. Si bien esa posibilidad no es inminente en el corto plazo, dado el elevado nivel de reservas internacionales y la liquidez de que dispone (tiene suficiente para afrontar los vencimientos internos hasta fin de año), Lula deberá restablecer rápidamente la confianza en el mercado con el fin de no agotar estas provisiones.

 

 

 

La fuerte depreciación que han sufrido los activos financieros indica que aún existen dudas sobre el grado de complacencia que tendrá Lula con el mercado. De no ser conciliador, el periodo de transición hacia el nuevo Gobierno podría convertirse en un infierno, y posiblemente en ese caso los daños ya podrían tornarse irreversibles. En particular, si la posibilidad de un default de la deuda pública se hace inminente, la alta exposición del sistema financiero a los instrumentos públicos podría generar una corrida bancaria que precipitaría una crisis de mayores proporciones.

 

 

 

No obstante, este escenario, que sería el más pesimista, es poco probable. Lula debería saber equilibrar los pros y los contras de un discurso beligerante con el mercado. Dado que en la actual situación los contra son muy superiores, el discurso de Lula debería ser relativamente moderado. Una instancia clave en la credibilidad que pueda lograr Lula ante el mercado será la designación de un equipo económico calificado, con experiencia y poco politizado. De darse tal escenario, que considero el más probable, los deprimidos precios de los activos financieros brasileños podrían beneficiarse de un importante rally alcista.

 

 

 

 

 

 

 

Las intervenciones del Banco de Brasil han revertido la tendencia a la baja de la divisa brasileña, en medio de fuertes presiones por el vencimiento de títulos públicos. Una tendencia que seguirá en vísperas de una muy probable victoria de Lula en las elecciones del domingo. En Argentina, el peso sufrió una fuerte depreciación debido a la liquidez propiciada por la flexibilización del corralito, aunque las intervenciones del Banco Central deberían servir para mantener la estabilidad de los últimos meses.

 

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